Óscar Alberto Flores Villela, académico de la Facultad de Ciencias de la UNAM, fue elegido miembro de la junta directiva de la Society for the Study of Amphibians and Reptiles (SSAR).
El científico universitario, elegido por sus méritos académicos, es el primer mexicano en ocupar ese cargo en la Sociedad más grande y reconocida del mundo, durante el periodo de enero de 2021 a diciembre de 2024, con la posibilidad de ser reelecto.
En entrevista, el biólogo con posdoctorado por la Universidad de Brigham Young en Provo, Utah, Estados Unidos, explicó que la SSAR se fundó en 1958 como una agrupación regional, y en 1967 se volvió internacional. “Ha sido muy exitosa e incluyente. Actualmente está presente en por lo menos 55 países de todos los continentes, y tiene alrededor de tres mil miembros”.
Cuenta con una variedad importante de publicaciones, como el Journal of Herpetology, su principal revista y una de las mejores en el área; asimismo, publica ediciones facsimilares de libros clásicos, la mayoría publicados en el siglo XIX, que no son fáciles de encontrar en bibliotecas, muy difíciles de adquirir y que todavía son usados por profesionales. Se trata de la que, en su campo, es la más activa del mundo.
Flores Villela ocupará el único puesto para un extranjero dentro de la junta directiva que se conforma por ocho integrantes, quienes tienen la misión de tomar decisiones respecto a los estatutos, publicaciones, organización de los congresos anuales y las finanzas de la agrupación, entre otros aspectos.
Desde su nuevo cargo, el académico pretende “empujar a la Sociedad a que sea más incluyente, en particular con los latinoamericanos y, en general, con los extranjeros”, recalcó.
Voy a intentar que la SSAR emprenda más acciones para beneficiar, en especial, a estudiantes que no son estadounidenses. La Sociedad tiene muy buenas finanzas y ofrece becas para alumnos de bajos recursos que no pueden asistir a los congresos. Propondré que se revise la forma de becar a más chicos que no necesariamente están en EU.
Flores Villela, quien ha publicado 138 artículos en revistas internacionales y otras 113 publicaciones de docencia, divulgación de la ciencia y capítulos en libros, forma parte de la Sociedad desde hace más de dos décadas, y siempre está dispuesto a entregar su tiempo para contribuir al desarrollo de la agrupación. “Me eligieron porque piensan que puedo apoyar el desarrollo de la sociedad a nivel internacional”, añadió.
Para ser electo al cargo, Flores Villela no sólo debió mostrar su trayectoria académica en un resumen curricular, sino explicar cómo lleva a cabo la inclusión en su grupo de trabajo, donde “cualquier alumno o alumna tiene las mismas oportunidades”.
Anfibios, en serio peligro de extinción
El autor, coautor o editor de 12 libros e integrante del Sistema Nacional de Investigadores con el Nivel III dedica sus esfuerzos a la sistemática, biogeografía y conservación de anfibios y reptiles de México y Centroamérica, da clases de licenciatura y posgrado en la UNAM y dicta conferencias al año para difundir el conocimiento sobre estos organismos entre el público no especializado.
El experto señaló que, en la actualidad, los anfibios están en un serio peligro de extinción como consecuencia de las actividades humanas, pero no sólo la deforestación o la contaminación del agua, sino por la existencia de una enfermedad emergente, la quitridiomicosis, causada por un hongo, y que afecta a muchas especies, en particular, de tierras altas.
“Se han reportado poblaciones que se han extinto en muchos lugares del mundo”. Y en México, la mayoría de las especies endémicas de anfibios se ubican precisamente en zonas de montaña.
En parte, debido al mercado de mascotas, ese hongo se introdujo en todo el planeta, porque “hay gente irresponsable que libera a los organismos después de comprarlos”. Cuando ya no saben qué hacer con los animales, van a un bosque, al campo, y los abandonan. Así fue como ese patógeno se comenzó a transmitir a poblaciones naturales.
En el caso de los reptiles, no sólo los afecta la deforestación, sino que sus pieles y su carne se comercializan; ese factor es muy importante para explicar por qué muchas especies estén en peligro de extinción. En este caso están comenzando a surgir enfermedades, pero aún no están tan esparcidas como en el caso de los anfibios, donde el hongo está matando a poblaciones enteras.
El especialista universitario recomendó a la población no comprar esos animales como mascotas. Una serpiente, una lagartija o una rana no son como un gato o un perro; “hay que saber mantenerlos en cautiverio”.
De igual forma, al salir al campo o ir de una localidad a otra se debe desinfectar el calzado, para evitar la dispersión del hongo. Los especialistas, además, deben limpiar sus instrumentos de colecta, concluyó el “Honorary Foreign Member”, por la American Society of Ichthyologists and Herpetologists.