STRATUM, muestra del artista Luis Carrera-Maul, inaugurada hoy en el Museo Universitario de Ciencias y Arte (MUCA), en Ciudad Universitaria, es una exposición geo-estética, una intervención artística que articula y tensiona temas y problemas clave de la ecología: el manejo no sustentable de los suelos, los procesos de sedimentación por basura, la propagación vegetal bajo condiciones adversas, entre otros.
En la instalación “colisionan” dos temporalidades: los breves ciclos de la extracción-producción-desecho de la cerámica, contra la persistencia del unicel. Sin embargo, ambos materiales constituyen el sustrato del que crecen plantas, de manera libre y silvestre. Nace así, en esta instalación metamórfica, un automantenimiento de lo vegetal que cuestiona –e interviene– la producción artificial del ser humano.
En STRATUM emana una imagen tridimensional del geo-paisaje en crisis con fuerzas plásticas y tensiones visuales, en un paisaje con senderos para recorrerlo, para la contemplación y también para exponerse a la provocación sensorial. Es una instalación metamórfica, una “gigantesca naturaleza muerta/naturaleza viva”, sublime e inquietante, que evidencia la compleja relación entre estética y geología, ya estudiada por Alexander von Humboldt hace más de dos siglos: es arte de la Tierra en el Antropoceno, como señala el curador de la instalación e integrante del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE), Peter Krieger.
En la inauguración de la exposición, Juan Ignacio del Cueto, director de la Facultad de Arquitectura, mencionó que con actividades como esta se abren canales de comunicación, de diálogo, incluso de debate, entre arte, ciencias y humanidades.
Por su vocación tendente al fomento del contacto cultural entre esas áreas del conocimiento, el MUCA es el espacio idóneo para esta intervención geo-estética, detalló. Su espaciosa galería se asemeja a una nave industrial, a un espacio apto para la producción de una mega instalación experimental. STRATUM es una obra de arte contemporáneo que cataliza debates ambientales y estimula la reflexión transdisciplinaria sobre la condición crítica de nuestro planeta.
Angélica Velázquez Guadarrama, directora del IIE, refirió que un museo es un espacio privilegiado, un laboratorio en el que convergen tres tareas esenciales: investigación, docencia y difusión, y es el lugar “donde cristaliza nuestro compromiso social mediante la divulgación del nuevo conocimiento”.
Con el concepto de geo-estética, y con la curaduría de la exposición, se invita al público a la reflexión en torno al cambio climático y los efectos de la industrialización, al mismo tiempo que nos lleva a la experiencia estética, “todo mediante la maravillosa instalación de Luis Carrera-Maul”.
A su vez, el artista Luis Carrera-Maul, director fundador del centro de artes LAGOS en la Ciudad de México, agradeció el apoyo de su equipo y de las instancias que hicieron posible la muestra, la cual permanecerá abierta al público hasta el 29 de octubre del presente año, cuya entrada es libre.
Yuri Alberto Aguilar Hernández, coordinador del Posgrado en Artes y Diseño, alertó que el medio ambiente en el que vivimos está trastocado una y otra vez por los humanos. Hablamos de una crisis socio-ambiental donde el pensamiento transepistémico que tiene el arte, posibilita discurrir en diferentes ámbitos de acción y pensamiento.
En los últimos años, destacó, el arte dentro de museos y galerías ha innovado e incursionando en la cuestión didáctica, en programas educativos y, con ello, en la obra de arte como un elemento didáctico de construcción de conocimiento, que permite abrir la mente de los espectadores y sensibilizarlos, y “sentí-pensar” los problemas y sus soluciones; todos debemos trabajar colaborativamente para resarcir lo que la modernidad le ha hecho al planeta.
Peter Krieger refirió que la UNAM responde de diferentes maneras a problemas como el ambiental; hoy lo hace con una intervención artística basada en una investigación geo-estética. “Presentamos una obra de arte que funge como catalizador del conocimiento complejo en torno al antropoceno, esta época donde el ser humano se presenta como una fuerza geológica”.
Agradeció a las autoridades universitarias que hicieron posible este proyecto, “100 por ciento puma”. Esta casa de estudios “nos ofrece oportunidades de emprender proyectos innovadores como este; queremos así retomar la vocación del MUCA de ser un museo de ciencias y arte”.
En representación de la empresa Ánfora, Marcus Kritzler, destacó la importancia de promover el arte joven en nuestro país, y más aún cuando se trata de generar una mayor conciencia y responsabilidad hacia el ambiente.
Hemos generado huellas ambientales que se deben corregir, hay que generar conciencia del problema para entender sus posibles soluciones y demostrar que un cambio es posible; y una manera de hacerlo es mediante las intervenciones artísticas, opinó.