*Nada que celebrar ante el evidente fracaso de este gobierno

En el marco de los festejos que organizó el titular del Ejecutivo Federal a cinco años de su triunfo, no hay nada que celebrar, pues es claro el evidente fracaso y se demuestra con los enormes retrocesos en todos los indicadores.

Recordemos que cuando López Obrador triunfó en las elecciones del 2018, éste firmó 100 compromisos por México, entre los que destacó disminuir la inseguridad, contrarrestar el desabasto de medicamentos e implementar un sistema de salud como el de Dinamarca.

¿En verdad, cuál es el logro de la supuesta 4T, qué ha mejorado? Hoy la sociedad mexicana claramente vive peor; millones de personas se han quedado sin acceso al sistema de salud, la violencia ha traído más miedo que nunca y el dinero ya no rinde a las familias.

Durante 2022 no se surtieron más de 15 millones de recetas en el sector público; de estas: 12 millones 537 mil 737 corresponden al IMSS; 1 millón 86 mil 360 a Pemex; 784 mil 740 al ISSSTE; 677 mil 16 a la SEDENA y 166 mil 38 a la Secretaría de Marina.

Más de mil 600 niños con cáncer han fallecido durante este sexenio por falta de medicamentos y tratamientos; además de que la inflación ha alcanzado máximos históricos no vistos en más de 20 años.

La militarización de este gobierno solamente ha traído una ola de violencia e inseguridad desmedida, denunciando que hay más de 137 mil homicidios en el tiempo que lleva de gobierno, lo que lo convierte ya en la administración más violenta de toda la historia.

Además, con más de 4 mil 300 feminicidios en lo que va del sexenio y 37 periodistas asesinados, convierte a México en el lugar más peligroso del mundo para ejercer periodismo.

Nada que celebrar.

Sumado a la destrucción y retroceso del país en gran cantidad de ámbitos, López Obrador con su gobierno se ha dedicado durante todo su sexenio a vulnerar nuestras instituciones, la Constitución y la democracia, tal como lo ha hecho atacando al INE, al TEPJF y recientemente a la SCJN al frenar algunas de sus tóxicas y regresivas reformas.

En México hay un gran contraste social y sólo los funcionarios públicos que conforman la Cuarta Transformación ovacionan y celebran el movimiento, mientras que las y los ciudadanos lamentan y sufren los fracasos de este gobierno.

Además, en estos años han sido inéditos en fracasos emblemáticos, regresiones autoritarias y corrupción; tenemos una refinería que no refina, un aeropuerto desértico sin vuelos, contratos millonarios a amigos y familiares de López Obrador, y enfrentamos una incesante guerra por defender las instituciones y la democracia mexicana ante los embates autoritarios.

En Acción Nacional seguiremos combatiendo, como lo hemos hecho, a este gobierno de la destrucción.

No hay nada que celebrar. Al contrario, hay mucho por cambiar, porque este Gobierno sólo se dedica a culpar al pasado y no se da cuenta que su gobierno ya va a terminar y siguen responsabilizando a otros de sus errores.