*Lo único que interesa a AMLO son sus números de popularidad y no la seguridad

No pueden tapar el sol con un dedo, es evidente que en materia de seguridad estamos peor que nunca en nuestro país.

Es inverosímil que el baño de sangre, el dolor y miedo de las familias mexicanas nos lastima a todos, pero para ustedes, que están en el poder, es un fantasma y no reconocen que por su absurda estrategia de abrazos y no balazos hoy enfrentamos la gran ola de violencia.

El día 13 de mayo del 2017 el presidente Andrés Manuel López Obrador, parafraseaba a Napoleón en un muy acertado tuit: “Si el crimen y los delitos crecen, es evidencia de que la miseria va en aumento y que la sociedad está mal gobernada”. Y cerraba con un rotundo: “Aplica”.

Y exactamente, hoy aplica con este gobierno federal porque, de acuerdo a las cifras del Sistema Ejecutivo de Seguridad hoy, por citar algunos estados, Colima registra más de 21 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes; Baja California, más de 14 homicidios; Zacatecas, más de 13 homicidios; Michoacán, más de 12 homicidios, y Morelos, más de 12 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes.

¿Y cuál es la coincidencia? Que todos estos estados están gobernados por Morena. Por eso siempre es fácil ver la paja en el ojo ajeno, que la viga en el propio.

Y hoy por hoy México vive la peor ola de violencia, casi el doble de la registrada en el sexenio anterior y el triple de la administración antepasada.

Y tenemos hoy en día ejemplos muy claros y recientes: el asesinato de los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Mora.

La humillación del Ejército en el estado de Michoacán.

Todo el despojo de las comunidades de las viviendas en Zacatecas, así como los retenes civiles fuertemente armados. Y eso solamente exhibe la total impunidad con la que se mueve el narcotráfico en este país.

El señor presidente desde que asumió el poder hizo a un lado la principal obligación del Estado mexicano, que es garantizar la seguridad, el derecho a la vida, a la propiedad privada, a la libertad de tránsito y de trabajo.

Y es evidente que esta estrategia de “abrazos, no balazos” es un rotundo fracaso, muestra los millones de familiares de las víctimas que han muerto por estos hechos violentos desde que tomó Morena las riendas de este país.

El próximo 6 de julio se cumplen tres años de la creación de la Guardia Nacional. ¿Y cuáles han sido los resultados? Ninguno.

Los invito a que presenten cifras positivas de esta nueva estrategia.

Otra pésima decisión del gobierno federal fue la de ahorcar presupuestalmente a los estados y municipios, lo que debilitó institucionalmente la operación y respuesta local y que favoreció, sin lugar a dudas, a los grupos delincuenciales de todo tipo, desde los cárteles del narco hasta la delincuencia común, como los feminicidios y los asaltos a mano armada en plena calle.

Le exigimos hoy al gobierno federal, al presidente López Obrador, que reconozca que la violencia está completamente fuera de control y que se presente una nueva estrategia para frenar la creciente inseguridad.

Y es urgente que el presidente deje de hacer política partidista y se dedique a hacer política de gobierno, que disminuya los índices delictivos y que se asuma como un verdadero gobernante y deje de ser el eterno candidato, que lo único que le interesa son sus números de popularidad y no la seguridad de los mexicanos.