*Reformas distractoras

A unos cuantos meses de que termine su gobierno, Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, envió al Congreso de la Unión un paquete de 20 iniciativas de reforma (de las cuales 18 son constitucionales), en el marco del 107 aniversario de la Constitución, como si de ello dependiera su vida y su futuro político, aunque ha insistido en que una vez que deje la silla presidencial se retirará definitivamente de la política.

Según él, estas iniciativas están encaminadas a modificar artículos antipopulares introducidos durante el periodo neoliberal de las últimas cuatro décadas. Se sabe que cada presidente modifica, más a su antojo que para beneficio de la ciudadanía, la constitución mexicana, esa que juran guardar como lo señala el Artículo 87:  "…Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande." Y seguramente la guardan, pero en un desvencijado cajón.

Sé que las palabras son aire y van al aire, pero en este caso están escritas y optan por borrar de tajo lo escrito para dar paso al contentillo personal y tratar de blindarse a toda costa antes los posibles embates futuros que a la oposición o a un nuevo gobernante se le pudieran ocurrir.

 Dichas iniciativas de reformas propuestas, abarcan áreas como el sistema de pensiones, el sector eléctrico y la reforma al sistema de justicia, han generado un intenso debate y controversia en el país, reflejando la diversidad de opiniones en torno a las políticas del gobierno actual. Pero no sólo se trata de reformas, sino también de la próxima renovación de legisladores, de tensiones entre el Gobierno y el Poder Judicial, y los conflictos en torno a la seguridad y la justicia, asuntos que ocupan un lugar destacado en la agenda política mexicana pero que para muchos pasan de largo por concentrase solo en las iniciativas.

Como es su costumbre, el presidente mexicano no da paso sin huarache y lanza esas iniciativas justo en la proximidad de las elecciones y la conformación de alianzas y candidaturas para distraer a sus opositores y seguir apoyando incondicionalmente a su corcholata triunfadora, me refiero a Claudia Sheinbaum, que para muchos son temas de gran interés y relevancia en el ámbito político del país, aumentando la complejidad, el descontento, la desconfianza y la intensidad del escenario político.

El pretexto es claro: lanzar reformas como supuesta respuesta a los diversos desafíos que enfrenta México, como los altos niveles de criminalidad y violencia, la corrupción generalizada y una importante desigualdad económica. Con ello finge abordar dichos problemas y promover, según él, mayor estabilidad, seguridad y prosperidad para todos los mexicanos. ¡Sí, cómo no!

Sin duda las reformas son controvertidas, y pueden no ser efectivas para los problemas subyacentes e incluso pueden tener consecuencias no deseadas. Por ejemplo, la creación de una nueva guardia nacional puede no ser la solución contra las causas profundas de la violencia y el crimen, e incluso puede conducir a una mayor militarización del país o el nuevo sistema judicial tal vez no sea capaz de abordar eficazmente el complejo tema de la corrupción, e incluso puede conducir a una mayor impunidad para quienes están en el poder, por citar dos.

A continuación, detallo las 20 reformas constitucionales que el presidente presentó:

  1. Reconocimiento de los pueblos indígenas y afromexicanos.
  2. Garantizar la pensión para adultos mayores y el aumento de ésta cada año; así como la atención para personas con discapacidad.
  3. Otorgar becas a estudiantes de bajos recursos en todos los niveles escolares.
  4. Garantizar atención médica integral y gratuita a la población.
  5. Propiedad de viviendas para los mexicanos y sus familias.
  6. Prohibición del maltrato a los animales.
  7. Eliminación del fracking: Proscribir la extracción de hidrocarburos mediante esta técnica.
  8. Protección de zonas con escasez de agua.
  9. Prohibición del comercio de vapeadores y drogas químicas como el fentanilo.
  10. Aumento del salario mínimo para no permitir que sea menor al de la inflación.
  11. Salario mínimo para maestros, guardias nacionales, soldados, marinos y médicos.
  12. Reversión de reformas de pensiones anteriores: Aprobadas en los gobiernos de Ernesto Zedillo y Felipe Calderón.
  13. Derecho a la educación y al trabajo para los mexicanos.
  14. Jornal seguro para campesinos: Similar al programa Sembrando Vida.
  15. Uso de vías férreas para trenes de pasajeros: Actualmente destinadas solo al transporte de carga.
  16. Reforma electoral: Reducción de gastos en campañas y partidos políticos, disminución de regidores y eliminación de candidaturas plurinominales.
  17. Elección directa de jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial por el pueblo.
  18. Guardia Nacional como parte de la Secretaría de la Defensa Nacional.
  19. Austeridad republicana: Ningún servidor público puede ganar más que el presidente de la República.
  20. Eliminación de dependencias y organismos onerosos y elitistas creados durante el periodo neoliberal.

De ser aprobadas podrían tener un impacto significativo en la sociedad mexicana y en la dirección futura del país. Las opiniones, sobre las mismas, son variadas y a menudo dependen de diversos factores, como la afiliación política, las creencias ideológicas y los intereses personales de cada individuo. Algunos pueden apoyarlas como un intento de abordar problemas importantes en México, como la corrupción, la desigualdad social y la inseguridad. Otros, se opondrán argumentando que podrían tener consecuencias negativas para la economía, las instituciones democráticas o los derechos humanos.

Se deben analizar cuidadosamente los detalles de cada una, así como sus posibles impactos a corto y largo plazo en la sociedad mexicana. Es crucial considerar diferentes puntos de vista y escuchar a expertos en el tema para formar una opinión informada.

En última instancia, el juicio sobre las iniciativas de reformas a la constitución por parte de López Obrador y su administración es subjetivo y puede variar según la interpretación y las prioridades de cada persona, lógicamente para sus allegados será la única manera de “salvar al pueblo”, y para la oposición, un cínico distractor rumbo a las elección de 2024.

Hasta la próxima

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Save
Cookies user preferences
We use cookies to ensure you to get the best experience on our website. If you decline the use of cookies, this website may not function as expected.
Accept all
Decline all
Analytics
Tools used to analyze the data to measure the effectiveness of a website and to understand how it works.
Google Analytics
Accept
Decline
Unknown
Unknown
Accept
Decline