*En problemas “corcholata” Ebrard y “corcholatita” Monreal
*¿Serán empujados a juntarse contra Sheinbaum, preferida de AMLO?
Mientras al “corcholata” Marcelo Ebrard Casaubón le están mandando mensajes de que no se caliente y que calme sus ansias de candidato presidencial, al “corcholatita” Ricardo Monreal Ávila le están llegando advertencias, todavía en el ámbito de la confidencia, de que si osa traicionar al presidente Andrés Manuel López Obrador y no se ajusta a los dictados de Palacio Nacional, se deberá atener a las consecuencias.
Tal vez por ello, según las señales que comienzan a captar nuestros sabuesos informativos, en ambos frentes se estaría fraguando una estrategia de posible alianza, no contra la “corcholatota” Claudia Sheinbaum Pardo, sino contra la furia desatada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien, a ojos de la nación entera, es el verdadero maestro de la dama y la maneja a su antojo político.
Esto es absolutamente claro, pues no se necesitan sesos concienzudos para ver las pretensiones de don Andrés, al estar convencido de que solo así, con ella sentada en la silla presidencial, podrá empujar a placer el modelo de nación que está pretendiendo sembrar desde ahora y garantizar su prolongación cuando menos un sexenio más.
Por ello le está construyendo el camino a la jefa de gobierno de la Ciudad de México y en el mismo sentido es la línea que le está dando al supuesto líder nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, supuesto, porque también todo el mundo sabe quién manda en ese partido.
López Obrador sabe que su estrategia no será posible si don Marcelo se logra colar a la candidatura presidencial del 2024 y mucho menos si gana las elecciones. Y lo mismo considera con don Ricardo, a quien, según han escuchado nuestros sabuesos informativos por los fríos pasillos de Palacio Nacional, sí lo tiene considerado como vulgar aspiracionista.
Y en esta vorágine en la que han entrado los y la “corcholata” morenistas, Monreal es quien enfrenta el escenario más complicado por las repercusiones que se le pueden desatar, por todo lo que ha manejado desde que se apoderó del control absoluto del Senado de la República en la 64 y 65 legislatura.
Cuestión de reflexionar que paulatinamente se está rezagando en casi todos los frentes políticos y sociales, a pesar de los millonarios recursos que destina para intentar ganar adeptos y sumarlos a una causa que, sabe bien, es casi imposible de lograr.
Dentro del Senado de la República alguien está documentando el derroche de dinero destinado al pago de más de 800 portales de internet, estrategia que desde hace casi tres años le construyó la Dirección General de comunicación Social para difundir lo que les ordena Monreal para destacar su imagen como parlamentario.
En esa investigación se incluye dar claridad a las condiciones en que Monreal firmó convenio publicitario con el periódico unomasuno, donde también desde hace tres años se difunde todos los días su fotografía y declaraciones en primera plana, en lo que ya se comenta que se trata de un auténtico récord Guinness.
Además, el senador Germán Martínez Cázares le comienza a publicitar el reclamo de 850 millones de pesos que, supuestamente ya desaparecieron, pero que fueron etiquetados para la conservación del nuevo edificio de la sede senatorial, localizado en las avenidas Insurgentes y Reforma.
Y si a esto se suma el veto publicitario que le tiene aplicado desde hace años la empresa antes Televisa, hoy N-más, y el periódico La Jornada, profundo adorador del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues quién puede apostar por un futuro promisorio para don Ricardo.
Pero hay más cosas que contar que están buscando confirmar nuestros sabuesos informativos para darlos a conocer. Estamos pendientes, porque se vienen asuntos que sacarán ronchas a algunos senadores y diputados federales morenistas que han sido engañados por el reducido monrealismo…