*Agua, Tecnología y Seriedad

Al comenzar la primavera, la Comisión Nacional Forestal (Conafor), informó que “en lo que va del año, se han registrado 667 incendios forestales en 23 entidades federativas, con una superficie de 22,246.84 hectáreas” quemadas, siendo las más afectadas: México, Tlaxcala, Veracruz, Morelos, Chiapas, Durango, Michoacán, Oaxaca, Puebla e Hidalgo”*.

Si no le sorprendió el dato anterior, permítame decirle que si sumamos la superficie boscosa que se ha quemado desde enero de 2021 a la fecha, nos da un gran total de 220 mil 674 hectáreas, lo que equivale a 2 mil 206 kilómetros cuadrados; una y media veces la superficie total de la Ciudad de México. 

Coincidentemente, según el monitoreo de las Principales Presas de México que actualiza de lunes a viernes la “Comisión Nacional del Agua (Conagua), los estados más afectados-por la falta de agua- son Tlaxcala, Estado de México, Puebla, Michoacán, Morelos, Guanajuato, Colima, Sonora, Chihuahua, Baja California, Nuevo León, Durango, Sinaloa, Zacatecas, San Luis Potosí, Veracruz, Aguascalientes, Tamaulipas y Coahuila. Ello no implica que el resto de las entidades no estén también en focos rojos”**.

De acuerdo con la información de Conagua hay 22 presas que se encuentran en un nivel de llenado ubicado por debajo del 10 por ciento. “En contraste, sólo hay 87 presas de 208 llenas a un nivel superior al 50 por ciento, mientras que el resto apenas sobrevive con menores niveles, muchas de ellas con hasta 1 por ciento”.

“Al analizar los porcentajes de todas las presas por entidades los 26 estados con cada una de estas tienen niveles de agua por debajo de la mitad de la capacidad total”**.

La explicación que nos han dado nuestras autoridades como organismos internacionales para ese fenómeno consiste en que “el cambio climático, al modificar los patrones de lluvia, hace que éstas se vuelvan impredecibles, mientras que el crecimiento de la población eleva el consumo de agua. La deforestación, por su parte, reduce la capacidad de los ecosistemas para retener agua y regular el ciclo hidrológico. Estos factores interconectados agravan los desafíos de México en cuanto al manejo y conservación del recurso hídrico”**.

Hasta ahí como mera descripción del fenómeno creo que es suficiente. Sin embrago, muy poco es lo que hemos escuchado o se nos ha informado sobre los programas o proyectos para remediar tal problema y curiosamente hace unos días, escapando a su trayectoria de invectivas y reclamos Xóchitl Gálvez anunció su “Plan de Cuidado Hídrico”, mismo que consiste en: “mayor inversión para infraestructura, reparación de fugas, desalinización de agua de mar, aprovechar el agua de lluvia y ver el derecho al agua como un tema de seguridad nacional”***.

Asimismo informó que  se debe “capturar el agua de lluvia en el campo y las ciudades, por lo que se construirá infraestructura adecuada como jardines filtrantes, en donde se recupere el líquido para poder comenzar su uso, adoptar tecnología moderna para detectar tomas clandestinas de agua superficial, con telemetría y satélites, terminar con el negocio ilegal de las pipas con la sobreexplotación de los mantos acuíferos que ya está en manos de la delincuencia organizada”.

La candidata agregó: “también, se reactivará la inversión privada para modernizar los sistemas de agua y potabilizadora, así como su tecnificación; para ello, explicó, se deben rehabilitar mil 200 plantas de tratamiento que están abandonadas por falta de mantenimiento.

“El caso de Acapulco es grave, porque desde el huracán las plantas no funcionan y están llevando aguas negras a la playa”.

Otra de las propuestas es fortalecer el ordenamiento ecológico, preservando bosques de lluvias y selvas, además de desarrollar nuevos proyectos de desalinización de agua de mar, para poder suministrar agua”***.

Lo que suena bastante aterrizado, ya que como hemos comprobado y criticado, las candidatas parecieran sentirse la versión femenina de Santa Claus; prometiendo y ofreciendo resolver gratis todos los problemas del país sin explicar de dónde saldrán los recursos para dar cumplimiento a sus promesas.

Como mera anécdota referiré que a principios de los años 80 el ingeniero Humberto Romero Álvarez, entonces sub-secretario del Medio Ambiente (SMA), en una reunión con los industriales del Estado de México, les sugirió que ante el descontento que estaba provocando entre los agricultores del estado el aprovechamiento de las aguas del Río Lerma para uso industrial, bien harían en construir una enorme poza de captura, tratamiento y reciclamiento de agua para satisfacer sus necesidades que en esos tiempos el 80% era para procesos de enfriamiento. Es decir; el agua potable entraba a las plantas y fabricas para enfriar materiales y máquinas, y salía 10 grados más caliente pero igualmente potable y se iba al drenaje, por lo que de haber aprovechado esos recursos les hubiera significado a ellos y al resto de la población local un ahorro y aprovechamiento del recurso.

 La negativa de los industriales no se hizo esperar, pues mientras un metro cúbico de agua potable se les cobraba (por un decir) a 4 pesos, la misma cantidad de agua tratada costaría tres veces más, al principio, pero a la larga, la inversión y el reaprovechamiento del recurso se pagaría sólo.

Quiero recordar que  Humberto Romero Álvarez  fue el único ingeniero mexicano en recibir en 1994 el Premio Internacional Abraham Horwitz, “por su entera dedicación a resolver los problemas de ingeniería sanitaria durante 50 años y entre sus numerosos cargos fue profesor fundador de los cursos de especialización en ingeniería sanitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Cabe destacar que el Premio Horwitz hasta entonces sólo se había otorgado a 16 médicos distinguidos por su trabajo en el campo de la salud pública y la educación. En esa ocasión se le entregó a un ingeniero sanitario por su muy destacada actuación profesional en pro del medio ambiente. El otro mexicano que recibió el mismo galardón en 1988, fue el doctor Guillermo Soberón Acevedo, ex rector de la UNAM y ex secretario de Salubridad y Asistencia****.

Refiero lo anterior además de reconocer al ingeniero Romero Álvarez quien fuera mi jefe en la SMA, con el propósito de destacar que en México existen profesionales de talla mundial, conocedores expertos de la realidad mexicana y que bien harían las autoridades entrantes en buscar a los profesionales reconocidos antes de iniciar proyectos o gastos producto de la urgencia o de la ocurrencia.

A ver si ya más serenos, se aprovechan mejor a nuestros especialistas y los recursos con que cuenta el país para evitar el desperdicio y el despilfarro.     

*https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/904415/Incendios_Forestales_

**https://www.infobae.com/mexico/2024/02/08/escasez-del-agua-en-mexico-

***https://www.razon.com.mx/mexico/xochitl-presenta-plan-abasto-agua-

****https://amh.org.mx/wp-content/uploads/2018/05/TLALOC

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