*El “Estado Profundo” o Mentir Descaradamente

Desde hace 7 años se volvió a poner de moda el término “Estado Profundo” (Deep State), reiteradamente mencionado por el entonces presidente Donald Trump, a escasos dos meses de su juramento y que ha rescatado en sus más recientes discursos de campaña como una forma retórica adicional para tratar de  defenderse de la avalancha de cargos que pesan en su contra en distintos juicios en varios estados de ese país.

El término Estado Profundo se retomó en la Turquía de Mustafa Kemal Atatürk en 1923, y hacía referencia a “la confluencia conservadora entre unos servicios secretos fuera de control, una justicia corrupta y el crimen organizado, con el objetivo de controlar el Estado desde sus cloacas”*.

En el caso actual de Donald Trump, lo declaró su enemigo y le atribuyó su derrota electoral en 2020 y naturalmente, la persecución judicial y parlamentaria que merecen sus numerosas fechorías.

Curiosamente los términos adquieren popularidad y difusión mientras son efectivos para la causa o los planes de los políticos, pues como se podrá comprobar el concepto de Estado profundo se utiliza en distintas partes del mundo con el mismo descaro y cinismo, como los ya mencionados.

Hay países donde se le reconoce por denominaciones locales, como ‘el Majzen’ de Marruecos o ‘Le pouvoir’ en Argelia, variables fijas por encima de cambios, reformas e incluso amagos de transiciones democráticas. En otros, como en Rusia, tiene una visibilidad y un descaro asombrosos, con actuaciones criminales a plena luz del día, sinceras manipulaciones electorales, farsas judiciales sin sonrojo y una corrupción que se exhibe más que oculta.

 No hay ‘Estado profundo’ en las dictaduras y autocracias más puras, como son las monarquías petroleras. Allí es sencillamente el Estado, el que es arbitrario, corrupto, adicto al crimen, al abuso y alérgico a cualquier idea democrática y liberal*.

Al igual que aquí se acusó y sigue acusando a la desconocida pero muy publicitada “Mafia del Poder”, en Estados Unidos sirvió para que Trump pudiera despedir a funcionarios perfectamente acreditados y reconocidos para poner en su lugar a personajes cercanos a él, sus amigos, socios o afines y a sus proyectos personales.

Ejemplos de lo anterior fueron las designaciones para la Agencia de Protección Ambiental de Scott Pruitt, un negacionista del cambio climático, quien dimitió  investigado por derroche de fondos públicos y acusaciones de favores personales y con intereses vinculados a la industria de combustibles fósiles. Como secretaria de Educación nominó a la millonaria Betsy DeVos, una defensora de las escuelas "charter" fuera del sistema de enseñanza estatal y propulsora de la desaparición del sistema de educación oficial; y para el Departamento de Salud con pleno conflicto de intereses designó a Alex Azar, ex director del gigante farmacéutico estadounidense Eli Lilly, un médico que cree que "el problema es que hay mucho" involucramiento del gobierno en la atención sanitaria,** y a pesar de su terrible actuación durante la pandemia, permaneció cómodamente instalado en su despacho hasta la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca.

Donald Trump y compañía estaban empeñados en desmantelar el Estado para adaptarlo a sus intereses.

Los conservadores, la derecha, el Golpe de Estado técnico y las meretrices.

Así pues, las teorías de la conspiración adobadas con los términos más estrambóticos, descabellados o absurdos repetidos ad nauseam, suelen permear la mentalidad de muchas personas simpatizantes o afines a la causa enunciada, aunque no se explique jamás a detalle o se identifique específicamente de lo que se está hablando.

En México llevamos más de  18 años escuchando hasta el hartazgo de las demoniacas fuerzas del mal invocadas bajo los nombres de la multicitada “Mafia del Poder”, la derecha, los conservadores, los criminales de cuello blanco, y demás zarandajas por el estilo hasta llegar ahora, en plena desesperación a acusar a todo el Poder Judicial de la Federación con sus 54 mil 338 trabajadores, más los 2,571 del Servicio  Profesional Electoral Nacional, más los mil cuatrocientos y fracción del TRIFE de estar  poniéndose de acuerdo desde ahora, a poco más de dos meses de los comicios para auto boicotearse, y preparar un “Golpe de Estado” técnico  que permita estropear toda la labor que se ha venido preparando desde hace dos años para la elección.

Despellejar las democracias a golpe de mentiras, engaños, falacias y desconocer deliberadamente la gravedad y ahí sí la profundidad de los problemas de inseguridad, hambre, insalubridad, falta de servicios, de empleos dignos y bien remunerados, capacitación adecuada, educación de vanguardia donde el acceso a la cibernética es indispensable, así como la dotación de agua y servicios sanitarios suficientes y eficientes, caminos y transportes adecuados, como la necesaria educación fiscal y financiera para todos las personas desde la educación primaria. Son en muy buena medida la causa de nuestras desgracias.

Para ser ciudadanos completos deberíamos tener la conciencia plena desde pequeños de nuestras responsabilidades frente al país, pero no hay texto desde la educación primaria hasta la prepa que aparezca por algún lado la palabra “impuestos”; esa sólo se conoce hasta que te dan tu primer recibo de pago o te lo descuentan de tu cheque.

Así que inventar palabras como complots, mafias, confabulaciones, maquinaciones y conjuras, donde muchos acuerdan  dañar a alguien en particular,  sólo para distraer a los incautos o los cándidos, no creo que eso alcance para dormir o engañar fácilmente a casi cien millones de electores.

Esas consignas sólo me recuerdan al señor Vladimir Putin que en 2017 para defender a Trump manifestó: “antes de calificar a las prostitutas (rusas) como "chicas con baja responsabilidad social, aunque son las mejores del mundo, sin duda" y mostrar cierta comprensión por su trabajo. La prostitución dijo: "es un fenómeno social feo y serio", y las "chicas jóvenes que se dedican a esto" lo hacen porque "de otro modo no pueden abastecerse de forma digna. Y esto en gran medida es "culpa de la sociedad y del Estado". Ahora bien, "la gente que encarga informaciones falsas del tipo que ahora se difunde en EE UU contra el presidente electo y las utilizan en la lucha política son "peores que prostitutas y no tienen ningunas barreras morales"***.

Si vamos a hablar de defensa de la sociedad, moral  y buen ejemplo de gobernantes, pese a las conjuras; las palabras anteriores son un excelente  ejemplo del cómo opinan y actúan los líderes mundiales actuales.

*https://elpais.com/espana/catalunya/2021-12-12/la-profundidad-del-estado

**https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-39124379

***https://elpais.com/internacional/2017/01/17/actualidad/1484666518_792076.html

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