*La seguridad, el clero y la incompetencia
Hace tres semanas varios medios de comunicación dieron a conocer la información sobre las distintas reuniones que sostuvieron miembros del clero mexicano en varios estados del país, entre otros con los líderes criminales de Guerrero, Michoacán, Estado de México, lo que hace más que evidente la incompetencia, falta de voluntad o la irresponsabilidad de las fiscalías estatales.
En Guerrero, la violencia ha escalado desde las agresiones contra transportistas en Iguala y Chilpancingo, así como el asedio del crimen organizado en Petatlán, Taxco y Acapulco.
Las principales organizaciones delictivas señaladas como generadoras de violencia son La Familia Michoacana, Los Tlacos (que inició como un brazo armado de la Policía Comunitaria General Heliodoro Castillo) y Los Ardillos*.
José de Jesús González Hernández, obispo de la Diócesis Chilpancingo Chilapa, dio a conocer que él y sus homólogos de Ciudad Altamirano, Acapulco y Tlapa de Comonfort hablaron en 2023 con los grupos que se disputan esa parte de Guerrero. La tregua no se alcanzó, de acuerdo con el obispo porque ninguno de los grupos quiso ceder a su pretensión de controlar ciertos territorios.
El arzobispo Maximino Martínez reveló que el clero de Toluca también se reunió con criminales para, igual que en Guerrero, buscar pacificar el Estado de México. Donde a finales de 2023, la entidad registró la masacre en Texcaltitlán, donde al menos 14 personas fueron asesinadas y otras siete resultaron heridas.
Cansados de las extorsiones, pobladores del municipio decidieron enfrentar a presuntos integrantes del crimen organizado pertenecientes a una célula de La Familia Michoacana*.
Una semana después, el presidente Andrés Manuel López Obrador avaló el diálogo de los obispos de Guerrero con el narco para acordar una tregua.
En la conferencia mañanera desde Acapulco, explicó que ve "muy bien" cualquier iniciativa para reducir la violencia, siempre y cuando no implique acuerdos de impunidad, privilegios o licencias para robar.
A principios de este mes el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, señaló que en Michoacán no hay condiciones para una tregua entre grupos criminales, como la alcanzada en Guerrero. El sacerdote exhortó al crimen organizado a cesar la violencia en el estado, por derivar en graves daños a la sociedad**.
Por su parte la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitió un comunicado la mañana del domingo 3 de marzo exhortando a los candidatos a ser electos evitar cualquier compromiso con las bandas criminales en donde resalta que: “La democracia electoral mezclada con la delincuencia es un binomio totalmente inaceptable, es un signo de la más deplorable corrupción que se debe evitar a toda costa. Por ningún motivo se puede justificar y, mucho menos, entrar en complicidad”***.
Al día siguiente en el sufrido y ensangrentado estado de Guerrero el director de Gobernación del estado, Francisco Rodríguez Cisneros calificó de delincuentes a los obispos y sacerdotes que se han reunido con jefes de grupos delincuenciales para pactar treguas y acuerdos de paz, confirmó que hasta el momento no se ha dialogado con ninguno de ellos y espetó que el Gobierno no dialogará con ninguna persona que esté fuera de la ley.
“No hay necesidad de que el gobierno tenga diálogos con los obispos”, expresó el funcionario al cuestionarle si han tenido diálogo con ellos después de que se revelara que el Clero promovió acuerdos de paz entre grupos delincuenciales; “nosotros no necesitamos intermediarios en el diálogo que tenemos con el pueblo, no necesitamos ni líderes ni intermediarios al igual para hacer lo que tenemos que hacer”****.
Pero el asunto no termina ahí, recordemos que en febrero el vicario general de la Diócesis de Cuernavaca, Tomás Toral Nájera, aseguró que “en caso de ser necesario, la Iglesia podría recurrir a buscar una tregua con grupos criminales en Morelos, como ocurrió en Guerrero”. A lo que de inmediato el “muy respetado y querido” gobernador Cuauhtémoc Blanco advirtió: “negociar con el crimen organizado sería “un gravísimo error” pues la mejor estrategia es la contratación de más elementos de seguridad para hacerle frente a la situación”, sólo hacen falta más polecías.
Pero no está de más recordar que el pasado día del amor y la amistad Sandra Luz Valdovinos Salmerón, la fiscal general del Estado de Guerrero, había solicitado una licencia para dejar el cargo durante seis meses sin derecho a sueldo, mientras, una crisis de violencia recorre la entidad: niños soldados obligados a tomar las armas contra el crimen organizado, masacres, secuestros, conflictos en la sierra entre grupos armados que batallan por el control o una guerra abierta por el transporte público a lo largo de todo el territorio.
La fiscal fue acusada de echar a la calle a cerca de 800 trabajadores de la fiscalía y permaneció en el cargo dos años. Sorpresivamente 9 días después regresó a sus funciones.
En el caso de Morelos, Uriel Carmona salió de la prisión de máxima seguridad del Altiplano tras pasar un mes y medio detenido. El fiscal de Morelos, que fue apresado el pasado 4 de agosto en una polémica jugada de la Fiscalía de Ciudad de México, recuperó su libertad después de que la justicia fallara cuatro veces a su favor. En todas las ocasiones, se determinó que el funcionario tenía un fuero que le protegía. Las cuatro causas judiciales siguen pendientes de resolución, pero Carmona podrá continuar con los procesos en libertad. La salida de prisión del fiscal de Morelos representa un golpe político para el Ministerio Público capitalino y la antigua Administración de Claudia Sheinbaum, con quien el fiscal se enemistó a partir de la disputa por el feminicidio de Ariadna Fernanda López, que ocurrió en la capital mexicana y cuyo cuerpo apareció sin vida en Morelos.
En la CDMX, un día después de que le fuera negado un nuevo periodo como fiscal, Ernestina Godoy Ramos rindió su cuarto y último informe de labores al frente de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, lugar que ocupó Ulises Lara, quien 24 horas después de su nombramiento se tituló como licenciado en derecho en el reconocido “Centro Universitario Cúspide de México”.
En el caso del Estado de México, apenas en enero pasado el Fiscal General José Luis Cervantes, fue agredido con arma de fuego por personas en la autopista México-Toluca.
El nuevo fiscal substituyó en el cargo a Alejandro Gómez Sánchez, quien presentó su renuncia tras ocho años de estar al frente de la dependencia; 20 meses antes de que se concluyera su periodo y al momento de su renuncia manifestó: “el desempeño del cargo los últimos 8 años implicó un desgaste personal, físico y emocional; por ello a partir de una reflexión personal, así como con mi familia y colaboradores, tengo la certeza de que es momento de cerrar este ciclo”.
Así pues, en esas manos está la procuración de la justicia en México, por lo que bien vale la pena reflexionar que podemos esperar de nuestras instituciones para nuestra protección y seguridad.
Aaah, casi lo olvidaba el ex Procurador General de Justicia de la Nación Jesús Murillo Karam, se encuentra en la Torre Médica del penal de Tepepan debido a su delicado estado de salud desde noviembre pasado después de haber permanecido preso durante 15 meses bajo acusaciones de tortura, desaparición forzada y delitos contra la administración de justicia.
En verdad no sólo necesitamos la ayuda de los señores obispos sino de toda la Corte Celestial.
*https://www.milenio.com/estados/iglesia-ha-negociado-la-paz-con-el-narco-estos-estados-de-mexico
**https://lopezdoriga.com/nacional/michoacan-no-hay-condiciones-tregua-
***https://www.elsoldecuernavaca.com.mx/elecciones-2024/iglesia-llama-a-candidatos
****https://www.elsoldeacapulco.com.mx/local/estado/delincuentes-los-obispos