*Avances tecnológicos obligan a reducir dinero a partidos
Propongo reformar el artículo 41 de la Constitución Política para establecer que el financiamiento público para el sostenimiento de las actividades ordinarias permanentes de los partidos políticos se fije anualmente, multiplicando el número total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral por el 45 por ciento del valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (UMA).
Para ello presenté una iniciativa, enviada a la Comisión de Puntos Constitucionales, en la que expongo que actualmente el citado artículo estipula que dicho financiamiento se fijará anualmente, multiplicando el número de ciudadanos registrados en el padrón electoral por el 65 por ciento del valor diario de la UMA.
En la exposición de motivos, afirmo que los exorbitantes montos de financiamiento público, calculados a partir de una fórmula matemática acorde a circunstancias acaecidas y no vigentes, que reciben los partidos políticos, no son compatibles con las necesidades actuales de la sociedad.
Señalo que de acuerdo con la opinión pública, la bolsa de recursos públicos otorgada a los institutos políticos representa una cantidad que luce excesiva para un país con grandes carencias sociales y, aún más, cuando se está luchando por salir de una crisis sanitaria y económica extraordinaria.
Actualmente los partidos políticos ya no requieren de tanto dinero para poder llevar a cabo sus funciones. Es decir, hoy en día, con los avances tecnológicos se pueden sustituir diferentes actividades políticas para reducir costos.
Por ejemplo, la promoción política; ya no se necesita imprimir banderas y folletos para tapizar las calles, ahora mucho se puede trasladar al mundo digital, donde los costos son mucho más bajos y que, además, produciría menos contaminación.
Los partidos obtienen, además del presupuesto anual, otro tipo de beneficios debido al marco regulatorio, por ejemplo integrar coaliciones que les permite preservar sus prerrogativas en radio y televisión de forma separada, y les ayuda a conservar su financiamiento público, ya que tienen la opción de juntar el mismo con otros partidos políticos para las campañas electorales y de esta forma sacar provecho de su presupuesto.