*Urge reforma electoral que garantice plena democracia
Es urgente una reforma político-electoral que garantice una plena democracia, tras la implosión que vive el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, luego de la destitución de José Luis Vargas Valdez como su titular.
Esta situación, en una de las instituciones que debería ser garante de la legalidad en México y de la impartición de justicia electoral, habla de la descomposición que se tiene en el Poder Judicial, que motivó la reforma constitucional de diciembre del año pasado y la aprobación de la ley secundaria hacia el mes de abril.
Esta implosión que está viviendo el Tribunal fue producto de ese régimen de cuotas, y “amerita que volteemos todos los ojos de manera serena y objetiva para ver la urgencia que tiene la reforma política y la descomposición que tiene el propio tribunal.
Eso establece la necesidad urgente para el país de que se haga la reforma político-electoral, que abarque no sólo el respeto a lo que establece la Constitución a los principios de legalidad, de certeza, de imparcialidad en los procesos electorales, sino todo lo que tiene que ver con los conflictos postelectorales, se hagan de manera plena.
Secundamos la postura del presidente de la República en cuanto a que deberían de renunciar todos los magistrados.
Creo que ya están en tiempo de que, terminando eso, que debe ser a finales de agosto, renuncien, por un asunto de ética moral, de un ejercicio de autocrítica, de introspección; si realmente les interesa el país, pues deberían renunciar todos, porque, nadie se salva, sin excepción.
La bancada de Morena no va en contra de las instituciones, al contrario, va por fortalecerlas y que se garantice el libre ejercicio de la democracia en México.
Un país democrático tiene que garantizar legalidad, imparcialidad; y eso es lo que no se ha podido lograr en el país. Ha habido grandes avances, pero ha sido más por el empuje de la sociedad, por la participación de los mexicanos, que por la actitud que han asumido el árbitro electoral y el Tribunal.
En 30 años no se ha podido consolidar un régimen democrático. Es un proceso, lo entendemos, pero es necesario que se le meta mano, que se le meta pluma y tinta para lograr que se pueda hacer una reforma que garantice efectivamente una plena democracia.