*En el combate a la corrupción no basta con la voluntad política
El éxito o fracaso en el combate a la corrupción y a la impunidad no puede ser mérito o responsabilidad de una sola persona o institución, porque es producto de la coordinación y cooperación entre instituciones de los tres Poderes de la Unión.
Reconocemos los esfuerzos que la Secretaría de la Función Pública realiza en el Sistema Nacional de Fiscalización, pero es del interés de los legisladores hacer las gestiones para que se profundice el diálogo y las sinergias entre la dependencia y la Auditoría Superior de la Federación, porque ambas concurren hacia un mismo fin: cerrar el paso a las prácticas de corrupción y terminar con la impunidad.
Quedan retos, como las adquisiciones del Gobierno Federal a través de la asignación directa, particularmente la posible corrupción en las compras de insumos durante la contingencia sanitaria, así como consolidar avances en materia de fiscalización.
En el combate a la corrupción no basta con la voluntad política, sino con instituciones sólidas para dar resultados.