La magistrada presidenta de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Janine M. Otálora Malassis, aseguró que en México existe una gran infraestructura institucional y normativa para lograr que la violencia contra las mujeres disminuya, pese a que ésta sigue subsistiendo.
“Tenemos que detectar cuáles son las causas y consecuencias de esta violencia que permite que se genere y cómo ésta se va sofisticando, lo que impide su detección y atención debida. Tenemos que ubicar cuáles son los esfuerzos institucionales que han dado resultado y potencializarlos”, señaló al participar en la inauguración de los trabajos del Tercer Informe Hemisférico sobre la Implementación de la Convención Belem Do Pará, “Prevención de la Violencia Contra las Mujeres en las Américas, caminos por recorrer”.
Otálora Malassis comentó que uno de los grandes aprendizajes que se derivan de este informe es que el derecho internacional de los derechos humanos, se ha hecho más sensible a las necesidades, proyectos de vida y aspiraciones de las mujeres, por lo que, en el caso del TEPJF, la Convención Belém Do Pará ha sido una herramienta fundamental en la toma de decisiones, así como para la construcción y visibilización de la violencia política de género.
La magistrada presidenta recordó que la Convención de Belém Do Pará fue adoptada en 1994 y ratificada por México en 1998, “y hoy podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que tanto el sistema interamericano como el universal, a través de sus instrumentos y múltiples mecanismos de seguimiento y evaluación, constituyen una vía valiosa y efectiva para la garantía de todos los derechos humanos de las mujeres”.
Otálora Malassis añadió que las normas internacionales, por sí mismas, no resuelven los problemas que enfrentan las mujeres, quienes, además, deben buscar que tales normas sean aplicadas dentro de infraestructuras y procedimientos jurídicos complicados, y a partir de los prejuicios de quienes operan el derecho. Aun así “estos instrumentos internacionales, particularmente la CEDAW y la Convención Belém do Pará, constituyen un gran logro y permiten el empoderamiento de las mujeres y el litigio estratégico de sus causas”, indicó.
La magistrada de la Sala Superior, Mónica Aralí Soto Fregoso, sostuvo que las y los magistrados del TEPJF tienen la convicción de la importancia del multilateralismo y de los instrumentos regionales para el avance de la agenda de derechos humanos en general, pero muy particularmente en el de los derechos humanos de las mujeres y las niñas.
Al dar la bienvenida a las y los asistentes al evento, la magistrada destacó que los países de América Latina y el Caribe han asumido compromisos muy importantes en lo que se refiere a los derechos de las mujeres, impulsando la igualdad de género a través de la modificación de sus constituciones y de la creación de ministerios e institutos de asuntos de las mujeres.
De la misma manera, muchos países de la región que han tipificado la violencia de género como delito, así como transitado del principio de igualdad y de cuotas de género a la paridad en cargos públicos.
“La Convención Belém Do Pará es el instrumento regional más poderoso para el adelanto de las mujeres en nuestra región, y es por eso que, junto con nuestras grandes aliadas, decidimos abrir una espacio de diálogo y reflexión en México, para dar a conocer este Informe y analizar, junto con las expertas, cuáles son nuestros caminos por recorrer e identificar las áreas de oportunidad que nos permitirán hacer realidad una vida libre de violencia para las mujeres y las niñas de nuestra región, y así consolidar una democracia libre de cualquier forma de violencia y discriminación”, subrayó Soto Fregoso.
La Embajadora y Secretaria Ejecutiva de la Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización de Estados Americanos (OEA), Carmen Moreno Toscano, indicó que pelear contra la violencia hacia las mujeres es una lucha que no tiene fin, ya que esta se puede ver en todos lados, como cuando acosan a las candidatas, les pintan las casas, les hacen cualquier cantidad de agresiones a sus familias y a sus hijos.
“Tenemos que estar muy pendientes y quiero hoy convocarlos a todas y a todos ustedes a que estén atentos, a que todos estos actos de violencia no se acepten. Ustedes tienen que tomar la iniciativa de evitarlo, de impedirlo, para que podamos realmente tener un país donde no exista la violencia política contra las mujeres… El hecho de que más mujeres entren a la política no puede ser un aliciente para más violencia hacia las mujeres en la política, tiene que ser la manera de que lleguemos a la igualdad y a los derechos de hombres y mujeres”, abundó.
Al inaugurar los trabajos del Tercer Informe Hemisférico, la directora General del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, Patricia Galeana Herrera, aseguró que la mejor forma de medir el grado de civilización de un pueblo es ver la situación en la que se encuentran sus mujeres.