*Informen daños y pérdida de equipaje en Aeropuerto de la Ciudad de México
Proponemos que la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes presente un informe sobre los protocolos y procedimientos correspondientes para atender los casos por daño, retraso y pérdida de los equipajes en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
En el punto de acuerdo, que inscribí en la Gaceta Parlamentaria del 7 de febrero, destaco que la Ley de Aviación Civil establece que el concesionario o permisionario será responsable de los daños causados al equipaje facturado en tránsito o por retraso en el servicio de transporte aéreo.
Todas las compañías aéreas deben garantizar la seguridad del equipaje de los pasajeros; además, la Secretaría tiene que proporcionar estadísticas y datos sobre la cantidad y tasa de pérdidas de equipaje en México.
Esto es importante para la evaluación del nivel de seguridad y logística para quienes usan este medio de transporte.
Por ello pedimos a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes un informe sobre las acciones de los concesionarios o permisionarios ante el daño, retraso y pérdida de los equipajes de los pasajeros del transporte aéreo y de cómo se atiende a los usuarios ante estas molestias.
Es función de esta Secretaría ayudar a los pasajeros a rastrear los equipajes retrasados, perdidos o dañados, pero más importante informar sobre los derechos de los usuarios cuando se encuentren en esta situación, así como extenderles la posibilidad de presentar demandas en donde se incluyan las compensaciones a las que tienen acceso.
Las consecuencias por el mal manejo del equipaje en el aeropuerto, incluyen molestias y problemas de itinerario; pérdida de tiempo y dinero; extravío de objetos de valor como joyas, dispositivos electrónicos y otros artículos costosos.
Los problemas de salud representan el daño más importante del mal manejo de los equipajes, pues puede provocar que los pasajeros no tengan acceso a sus medicamentos o artículos esenciales para su salud durante el viaje.
Esto puede afectar la capacidad de una persona para recibir tratamiento adecuado y poner en riesgo su salud, así como causar estrés y ansiedad, lo que afecta su bienestar.