*Solo 5 millones 800 mil adultos mayores tienen empleo
México es estadísticamente un país joven, y les voy a decir por qué, se ve reflejado en su fuerza de trabajo, pero hay un sector de nuestra población que suele quedar en un segundo plano.
De los 17.9 millones de adultos mayores que viven en México, esta cifra representa 14 por ciento de la población total de nuestro país, y sin embargo, solo 5.8 millones tienen empleo, dejando al resto a merced de que los mantengan sus familiares o el gobierno.
De entre los adultos mayores que forman parte del mundo laboral, el 70 por ciento está en la informalidad.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo estima que 12.1 millones de personas de 60 años y más, son parte de la Población No Económicamente Activa, ¿y qué es lo que está pasando? Una persona de 60 años en adelante, todavía puede trabajar y puede ser autosuficiente.
De éstas, el 51 por ciento se dedica a los quehaceres domésticos, es una cifra mucho muy grande de los 12 millones, que más del 51 por ciento se dedica ya a quehaceres domésticos, ¿por qué? porque no encuentra trabajo, porque no damos estímulos a las empresas.
El 31 por ciento están pensionadas o jubiladas, y solamente el dos por ciento está incapacitada permanentemente para el trabajo.
Del grupo de personas ocupadas, el 49 por ciento trabaja por cuenta propia, le sigue el de las y los trabajadores subordinados y remunerados, con el 38 por ciento.
Estamos hablando que del universo de 17.8 millones de adultos mayores, solo dos millones de personas son trabajadores remunerados por algún empleador.
Por otro lado, cerca de tres millones de personas adultas mayores trabajan por cuenta propia; de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el que la mayoría de las personas de edad trabaje por cuenta propia, puede deberse a la discriminación que obstaculiza el acceso por parte de las personas mayores a un empleo asalariado.
Otro sector vulnerable son las personas que tienen alguna discapacidad en nuestro país, que son cerca de 20 millones de personas, pero muy pocas de ellas tienen acceso al campo laboral, lo que merma su inclusión en la sociedad.
Cuestiones como discriminación por falta de modificaciones en el ámbito educativo nacional y de oportunidades afectan las oportunidades de este grupo.
De acuerdo con el INEGI, 2.4 millones de personas con discapacidad está en edad laboral y tan solo 30 por ciento tiene empleo; en su mayoría son aquellas que tienen una discapacidad donde necesita asistencia de bastón, de una silla de ruedas, de unas muletas, por ejemplo.
La OIT menciona que es necesario redoblar los esfuerzos con un enfoque de inclusión de la discapacidad ¿y esto para qué? para que los diferentes organismos como el IMSS, como lo que es el SAT y me refiero aquí al Impuesto Sobre la Renta, han implementado estímulos para que las empresas, sobre todo las PyMES opten por el contrato de personas de la tercera edad, así como contratar a personas con discapacidad.
Con el fin de incentivar la contratación de adultos mayores y personas con discapacidad, el artículo 186 de la Ley del Impuesto sobre la Renta establece estímulos que van del 25 por ciento del salario efectivamente pagado a las personas referidas. Sin embargo, en la actualidad, ya no es suficiente solamente el 25 por ciento.
Les comento el caso de Costa Rica que recientemente aprobó una ley que impulsa fomentar las oportunidades de empleo para personas mayores de 45 años, en la que por los años 2022 al 2025 se brindan incentivos fiscales como disminución del ISR.
Qué es lo que contiene esta iniciativa y que ojalá se pudieran sumar. Pretende aumentar del 25 por ciento de la deducción que nos permite la ley, para pasar al 50 por ciento de deducción, en específico del Impuesto Sobre la Renta, de los ingresos pagados a las personas adultas mayores y personas con discapacidad.