El sábado pasado el líder de los senadores de Morena, Ricardo Monreal Ávila, inició formalmente lo que ya había perfilado desde el cargo que ocupa en el Congreso federal, pero, aunque sus adversarios ya esperaban un discurso alusivo a sus diferencias entre “corcholatas”, a no pocos sorprendió la forma tan directa con que oficializó su precampaña…
Cuestión de reflexionar someramente algunas de sus frases que pronunció desde la Arena México: “Pelearé por la candidatura presidencial para suceder al presidente Andrés Manuel López Obrador y ofrezco reconciliar a un país que está partido en dos por la división y la polarización”, dijo textualmente Monreal...
Pero fue más directo y alusivo al advertir que esa polarización “es
veneno para nuestro país, porque genera desconfianza entre nosotros, incluso, en nuestras relaciones cercanas enciende conflictos y empuja al odio y la violencia”…
No se requiere mucho “seso político” para captar la línea a quien están dirigidas esas palabras, pues solo pregúntese usted, grilloso lector, quién sale todos los días en las mañaneras a polarizar el ambiente político con insultos y todo tipo de epítetos que alcanzan a los legisladores de todos los partidos que no comulgan con el morenismo…
Y también, pregúntese usted, grilloso lector, quién se empeña en referirse todos los días desde las mañaneras a la forma en que México se partió en dos desde que el neoliberalismo dividió al país en ricos y pobres por la enorme corrupción que se anidó en el gobierno…
De igual manera, pregúntese usted, grilloso lector, quién sale todos los días en las mañaneras a encender odios y violencia verbal contra todo lo que huela al salinismo, zedillismo, foximo, calderonismo y peñismo…
Así las cosas ¿hay alguna duda a quién estuvo dirigido el discurso del “morenista” Ricardo Monreal Ávila” del sábado pasado?...