Durante muchos años los entonces perredistas, ahora casi todos investidos de morenismo, se quejaban hasta desgañitarse con el grito de frenen la corrupción y tenían razón, porque de todo México es harto sabida el brutal saqueo en que incurrieron cinco gobernadores priístas en el gobierno de Enrique Peña Nieto…
De ese sexenio corrupto se ha documentado mucho, pero ahora que los morenistas están en el poder, la historia se repite por los niveles de corrupción que se están sumando en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador…
Aquí un botón de prueba. El martes pasado, el periódico 24 Horas publicó en sus ocho columnas lo siguiente: “Con 4-T, más contratos directos que con EPN. Ya se rebasó el límite legal de 30 por ciento.. Y contando…
“Los legisladores de oposición exigieron al Gobierno que ponga un alto a los contratos por adjudicación directa a sus empresas consentidas, de los cuales ha abusado para sacar adelante sus obras insignia y algunas de sus promesas…
“El contrato plurianual de Pemex por cinco mil millones de pesos para rentar camionetas usadas en la lucha contra el huachicol a una empresa investigada, es solo una muestra de cómo se están asignando las obras y se viola la ley de Obras y Adquisiciones”…
Y de todo esto, grilloso lector, nada se ha desmentido, lo que obliga a la misma pregunta: ¿entonces, cuál cambio?...