Mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador afirma, asegura e insiste en que miles de extranjeros están llegando a vivir a México, el periódico El Sol de México documenta lo contrario y difunde, con entrevistas a forasteros, que cada vez son más los que abandonan al país por inseguro y buscan otras naciones donde radicar…
Cuestión de analizar las siguientes palabras de don Andrés, pronunciadas el pasado 26 de octubre en su mañanera…
“Siguen llegando a vivir a México extranjeros. Vienen, desde luego, migrantes, que siempre van a ser bien recibidos, bien tratados, se les van a respetar sus derechos humanos; pero también hay quienes han decidido venirse a vivir a México, pero muchos, sobre todo estadounidenses, a la Ciudad de México…
“Estamos hablando de cientos de miles que están llegando a vivir a nuestro país. Y lo mismo en Baja California, Baja California Sur, y a las playas, al Pacífico, al Caribe, y son bienvenidos porque aquí no hay xenofobia, nosotros no estamos en contra de los extranjeros, respetamos mucho. Como se dice en la Biblia, al forastero hay que respetarlo y protegerlo”…
Pero contrariamente, el 6 de noviembre pasado el Sol de México publicó en sus ocho columnas lo siguiente:
“La cifra de jubilados estadounidenses radicados en México es la más baja desde 1990, cuando comenzaron a llegar a lugares como Chapala, Jalisco; Los Cabos, Baja California Sur, y San Miguel de Allende, Guanajuato, que en 2010 concentraba casi 10 mil personas retiradas…
“No soy sólo yo, muchos de mis amigos jubilados, estadounidenses, pero también franceses, ingleses, que llegamos hace años a San Miguel o a otras partes de Guanajuato, como Celaya o, incluso, a otros estados como Zacatecas, se han regresado a Estados Unidos o se han mudado a otros países, como Chile o Costa Rica, donde hay menos violencia”, agrega Josh, quien sólo espera vender la casa que compró en San Miguel de Allende para dejar el país”…
Así las cosas, a quién creerle…