A querer o no, las osadas palabras con las que el presidente gringo Donald Trump acusó el domingo pasado a la primera presidenta con “a” de México, Claudia Sheinbaum Pardo, pasarán a la historia como uno de los mayores y más escandalosos insultos que se atribuyen entre mandatarios vecinos…
Cuestión de reflexionar lo siguiente que publicó el lunes pasado el periódico La jornada a ocho columnas:
“Trump: Sheinbaum rechaza tropas de EU por miedo a cárteles. Si quiere ayuda, sería un honor intervenir. Debido a ese temor, no puede pensar con claridad. Es gente que mata a diestra y siniestra y se enriquece con la droga”…
¿No son palabras públicas, abiertas, delicadas y etiquetadas que quedan para la historia? Salvo que doña Claudia siga engallada y responda, como debería ser, con un clásico: “me lo compruebas o te demando”, estará en posibilidad de que esa fama no afecta la imagen con que pretende pasar al libro de las reseñas sexenales de México…
De esto hay mucho que contar y aquí se lo llevaremos a su mesa informativa, como nos ha caracterizado desde hace casi 20 años de novedoso e inigualable ejercicio periodístico con que se nos reconoce en la treintena de países que nos consulta…
Aunque usted, grilloso y mucha pieza lector, no nos crea, pero que si se motiva para la reflexión…