*Se concatenan comentarios por osadías de utilizar la religión católica para cuestiones políticas
Muchos comentarios están circulando en las redes sociales luego de la foto que apareció en primeras planas de los diarios mexicanos, donde aparece la ex reportera del periódico La Jornada y hoy secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, ante el féretro del Papa Francisco.
Como se sabe, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, se negó, de manera franca y contundente, de atender la invitación que se hizo desde El Vaticano a los mandatarios del mundo para que asistieran a los funerales del más alto representante de la Iglesia Católica y en una de sus mañaneras del pueblo, anunció que enviaría a la titular de Gobernación en su representación, lo que también sorprendió a la propia funcionaria que ahí se enteró de la histórica misión religiosa que se le estaba asignando.
Son muchas las interpretaciones que han circulado en las redes sobre los convincentes motivos que pudo haber esgrimido doña Claudia, pero al haber aparecido públicamente fotografiada doña Rosa Icela con la vista fija al féretro donde se encontraba el cuerpo del Santo Padre que partió a la vida eterna, la imaginación de muchos mexicanos afloró sin recato.
Recuérdese que la presidenta con “a”, de México, Claudia Sheinbaum Pardo, es de origen judío, y en diversas entrevistas ha contado que sus apellidos son de esa religión por sus abuelos, quienes llegaron durante la migración judía a México en la Segunda Guerra Mundial…
En un momento explicó que, por un lado, sus abuelos paternos eran judíos asquenazíes que migraron de Lituania, un país ubicado junto al mar Báltico y mantiene frontera al norte con Letonia, al este y sur con Bielorrusia y al sur-oeste con Polonia.
Cabe señalar que asquenazí es el nombre dado a los judíos de origen europeo que se asentaron en Europa central y oriental después de la destrucción romana de Jerusalén en el año 70. El término se aplica a los judíos con antepasados en Francia, Alemania y Europa del Este. Los asquenazíes son uno de los varios subgrupos del pueblo judío.
Sheinbaum señaló que sus abuelos maternos eran judíos sefardíes que migraron de Bulgaria, país ubicado al sureste de Europa, en la parte oriental de la península Balcánica, por lo que comparte frontera al norte con Rumania, al sur con Grecia y Turquía, y al oeste con Serbia, Montenegro y Macedonia del Norte.
Y pese a que el origen de sus abuelos es judío, la presidenta mexicana declaró abiertamente en una entrevista que no es religiosa y que en casa de sus abuelos celebraban fiestas de esta religión, pero su vida familiar es laica porque en realidad creció sin religión.
Todo esto viene a cuento porque la semana pasada el osado presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también anticatólico, publicó en sus redes sociales una fotografía ataviado con vestimenta de los más altos prelados de la Iglesia Católica, a uso días de la muerte del Papa Francisco, lo que generó airadas protestas de casi todos los sectores sociales de México y allende las fronteras.
Y entre las polémicas desatadas, se está recordando que la presidenta mexicana días antes de las elecciones presidenciales del 2024, apareció en un mitin político-electoral ataviada con vestido blanco, exhibiendo en la parte media del ropaje la imagen de la virgen guadalupana, tan adorada en México y gran parte del mundo.
Incluso, el finado Papa Francisco hizo referencias públicas de lo que también sentía por la existencia de esta parte eclesiástica de la iglesia mexicana.
Bueno, pues así están las cosas entre los político del momento que ostentan el poder, aquí y en Estados Unidos, y que queden para la reflexión.