Durante este agonizante sexenio, mal llamado de la cuarta transformación, mucho se ha cacareado que, por el bien de todos, primero los pobres, pero en ningún momento se aclara para qué se coloca a este, por demás vulnerable sector, en los primeros lugares de la vida nacional…
Pero al leer noticias como la que publicó a ocho columnas en su contraportada del domingo pasado el periódico La Jornada, profundo adorador del presidente Andrés Manuel López Obrador, se despierta la reflexión, se analizan los efectos y se advierten consecuencias…
“En la CDMX necesitan 3 millones de personas un sistema de cuidados. Consejo de Evaluación: son casi un tercio de los habitantes. Niños, población con discapacidad y adultos mayores requieren servicios. Sobre todo mujeres se hacen cargo de esa labor no remunerada. Oferta pública es insuficiente; riesgo de subutilización de infraestructura”…
Información textual que difundió dicho periódico y es cuando desde diversos frentes sociales aflora la pregunta respecto a qué se refiere don Andrés cuando habla de que, por el bien de todos, primero los pobres, si en realidad en este sexenio a este sector se le cancelaron servicios suficientes tan elementales como las consultas médicas de rutina, otorgamiento de medicinas para prevenir enfermedades y más grave aún para los padecimientos de extrema gravedad que sufre la población…
¿Será que para la 4-T es suficiente haber aumentado la cantidad a pensionados mayores para que este sector tenga una vida digna, cuando en verdad siguen abandonados en atención de servicios tan elementales como los que documentó La Jornada?...
Como dice nuestro slogan, que quede para la reflexión, porque con esto y lo que viene por las consecuencias que desatará la llegada de jueces elegidos por popularidad y no por eficiencia para impartir justicia, las cosas se pondrán color de hormiga, porque, como se ve, el “padre de la nueva transformación” está decidido a implementar en México un gobierno de funcionarios que garanticen 90 por ciento de honorabilidad y solo 10 por ciento de capacidad para satisfacer las necesidades del nuevo pueblo sabio, avispado y mucha pieza, aunque, ¿para qué?...