Empresarios de la Asociación de Empresarios de Iztapalapa A.C. exigieron a la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, así como a los alcaldes de Iztapalapa, Clara Brugada y de Iztacalco, Armando Quintero Martínez, detener a “la banda de inspectores”, asaltantes con gafete autorizados por las instituciones como Profepa, INVEA y Protección Civil para extorsionar y pedir montos superiores a los 6 mil pesos para no colocar sellos de clausura en industrias, empresas y negocios en dichas demarcaciones.
Encabezados por Adolfo Anaya, expresidente y actual consejero de la Asociación de Empresarios de Iztapalapa, sostuvieron que sin aviso previo, ni derecho a los afectados a corregir presuntas irregularidades, los inspectores desalojan a empresarios y trabajadores haciendo uso de la fuerza pública si los propietarios se niegan a aceptar la extorsión.
En el marco de la Comida de la Amistad con Raúl Armando Quintero Martínez, alcalde de Iztacalco, quien dejó plantados a los empresarios y envió a un representante de bajo nivel al encuentro y luego de dos horas de estarlo esperando, los empresarios lamentaron el desaire y advirtieron que existe una tendencia a aniquilar al sector productivo del país.
En este encuentro, Adolfo Anaya González, respaldado por la dirigencia local de la Asociación y otros miembros de la misma, sostuvo que tan solo en Iztapalapa existen 90 mil empresarios que reclaman atención mientras que otros 10 mil, en Iztacalco, exigen garantías para mantener sus inversiones y fuentes de empleo.
Lo anterior porque se reporta un incremento desmedido en las extorsiones por parte de los inspectores de las instancias de gobierno antes citadas y a ello se suma la crisis económica por la que atraviesa el país y los altos niveles de inseguridad en la Ciudad de México.
Durante el intercambio de ideas, los empresarios se consideraron “una especie en extinción” que debe mantener sus espacios por ser generadores de empleo y desarrollo regional ya que tan solo entre Iztapalapa e Iztacalco son más de 5 millones de habitantes con movilidad económica.
Los integrantes de esta Asociación con más de 50 años de existencia, coincidieron en que si bien el Presidente Andrés Manuel López Obrador debe atender a los pobres, los empresarios piden justicia y garantías para sus inversiones pero lamentablemente, dijo Adolfo Anaya González: “hay instituciones perversas que no nos dejan trabajar, nos suspenden o nos clausuran, con o sin motivo y eso daña a la sociedad”.
Sostuvo que estas “instituciones perversas” son, entre otras, Protección Civil, Profepa e Invea.
Incluso, aseguró, que el INVEA se ha convertido en la “Santa Inquisición, se trata de un monstruo creado por una mente enferma” ya que a través de ésta se nos quita nuestra fuente de empleo.
El INVEA es un ejemplo de que los inspectores son ladrones que piden una buena “mordida” a los empresarios por ello, exigió, respaldado por el sector empresarial iztapalapense: “que nos dejen trabajar, no somos ni mansos, ni mensos y todo tiene un límite”.
Hizo un llamado a las autoridades de alto nivel de la Ciudad de México que encabeza Claudia Sheinbaum a que cese la agresión de los inspectores en contra de los empresarios, un alto a los abusos de poder que hacen éstos en busca de dinero libre de comprobación.
Asimismo, reclamaron acotar facultades a los inspectores para que no sigan violando la ley y que los alcaldes ya no otorguen dichos cargos a compadres o amigos, quienes terminan formando una organización delincuencial con “título comprado” y los cuales son ya una epidemia.
Adolfo Anaya González junto con otros empresarios le recordaron al gobierno de la Ciudad de México que la iniciativa privada trae bien puesta “la camiseta y la bandera del país con un enfoque a largo plazo y ello se demuestra al momento de invertir”, sin embargo, actualmente existe una cerrazón por parte de las autoridades locales para el diálogo, para la revisión de inspectores y para aplicar una política de cero clausuras.