A pesar de haber ganado demanda
“Discapacitado y con ocho clavos en mi columna es el precio que estoy pagando la imprudencia de un cafre de RTP el 24 de marzo de 2021, y a cuatro años del accidente la Contraloría CDMX no reconoce la responsabilidad RTP, dependencia cuya función es fiscalizar y no impartir justicia, al ser juez y parte al mismo tiempo.
“Fiscalizadora que me negó una indemnización en su resolución del 13 de febrero de 2023, sentencia de la cual me inconformé ante el Tribunal de Justicia Administrativa de la CDMX y que declaró nula el 20 de octubre de 2023.
“Fallo que la Secretaría de la Contraloría General de la Cd Mx (SCGCDMX) apeló, la cual el 11 de septiembre de 2024, queja que el Tribunal por segunda ocasión le reiteró la nulidad de su resolución.
“Sin embargo la fiscalizadora no se dio por vencida y de nuevo se inconformó, y este 10 de marzo de 2025 el Tribunal Administrativo le ordenó de nuevo: ‘Emita otra resolución en donde se admita a trámite el recurso de inconformidad y proceda a resolver de fondo el mismo con libertad de jurisdicción”.
“Y le advirtió bajo apercibimiento que se impondrá una multa, así como arresto hasta de 36 horas a él o los funcionario responsables en caso de incumplimiento, para garantizar el acceso a la justicia fundamentado en el artículo 17 de la constitución de México.
“Así el 31 de marzo de 2025 la Contraloría emitió su nueva resolución en el mismo sentido que la del 13 de febrero de 2023, protegiendo a RTP y violando mi derecho al acceso a la justicia y alargando el juicio para que lo deje en el olvido.
“Acciones que demuestran que la Contraloría de la Cd Mx más que impartidora de justicia, es una violadora sistemática de los derechos humanos, constitucionales y de justicia entre otros, así como lo está haciendo a quien esto escribe y con quienes de alguna manera reclaman responsabilidad a algún ente del Gobierno de la Ciudad de México, ya que por desgracia es la única forma de demandar responsabilidad por daños y justicia.
“Cabe destacar que en la demanda inicial de responsabilidades en mayo de 2022, no incluye la cirugía cuando me implantan ocho clavos en mi columna para evitar el avance de la lesión en el Issste el cinco de julio de 2023, por lo que me quedé muy corto en la cantidad económica de indemnización, así de incluir más daños a mi persona tanto físicos y morales, además de los económicos.
“Que lejos estaba de imaginar que ese miércoles como a las 11 de la mañana mi vida iba a cambiar a manos de un gorila al volante, en una unidad de la Red de Transporte Público (RTP) conocido como Atenea con número económico 34-1531 y placas 301-227.
“Ese día después de pasar a un banco y a una tienda de autoservicio en Poniente 112 e Insurgentes Norte, me encaminé a la salida del metro Potrero, donde está la base de la Ruta 25, Zacatenco Metro Potrero, ahí aborde el RTP para dirigirme a mi casa.
“La unidad conducida por Félix Hernández Reyes llegó a la esquina de Avenida Instituto Politécnico Nacional (IPN) y Juan de Dios Batís en la Gustavo A Madero, ahí se encontró con una manifestación de vecinos en demanda de agua en el carril por donde teníamos que circular.
“Para continuar el chofer ingresó en sentido contrario sobre el mismo IPN y aceleró, sin disminuir la velocidad pasó un tope provocando que la unidad saltara, al igual que sus ocupantes entre los que se encontraba su servidor.
“Quien suscribe estaba sentado en los asientos al fondo del autobús, los cuales están por encima de los demás. Cuando la unidad brincó su servidor fue proyectado al techo en el cual me estrelle, caí de sentón y de nueva cuenta me estrellé con el toldo por el revote del camión, al caer de nuevo sentí un dolor extremo en mi espalda al chocar con el asiento del cual me deslice, quedando colgando del mismo aferrándome al respaldo.
“El golpe fue brutal al grado que los cuatro conos de leche se reventaron, cayendo su contenido sobre mis piernas. El gorila que manejaba no se detuvo a pesar de que yo le gritaba que lo hiciera, debido a que cada movimiento de la unidad el dolor me mataba. Sin importarle el sufrimiento que me causó al avanzar la unidad. Así continuó su marcha hasta llegar a la calle San Juan en la colonia San Juan y Guadalupe Ticomán, donde se ubica su base.
“Para ese momento mi hijo y mi esposa ya estaban en el lugar, yo les había hablado por teléfono, mientras que la bestia bajo los pasajeros y fue por el checador. Entre ambos me sacaron de donde estaba sin ningún cuidado entre gritos de dolor y el riesgo de ser lesionado más. Me sentaron lo cual no soporte y tuvieron que acostarme en el piso de la unidad.
“Aparecieron oficiales de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) e hicieron su reporte. También llegaron paramédicos quienes me revisaron, en tanto llegaba la ambulancia que me iba a trasladar a un hospital privado del seguro de viajero de RTP, la cual tardó más de tres horas. A la llegada de la unidad de emergencia quien suscribe estaba recostado en un sillón de una estética cercana a la base, de donde me pasaron a la camilla y luego al transporte.
“De ahí me trasladaron al Hospital Star Medica Center, ubicado en la Calle de San Luis Potosí número 143, en la Colonia Roma en la Alcaldía Cuauhtémoc, en dónde me tomaron radiografía de la columna lumbar, pelvis, Columba dorsal, así como una tomografía.
“Como a las ocho y media de la noche, me informaron que la fractura de la columna era antigua y con el accidente de nuevo se fracturó, la cual no requería tratamiento y mucho menos cirugía u hospitalización, por lo que solo con reposo total dos o tres semanas bastaría para mi recuperación. Así como a las nueve de la noche fui dado de alta y surtieron la receta.
“En mi domicilio tenía ya tres días del accidente y no sentía ninguna mejora en mi salud; no podía moverme por mi mismo, el dolor en mi espalda no cesaba por lo que mi esposa decidió llevar a la médico familiar el 29 de marzo, quien me suministró nuevos medicamentos y me sugirió realizarme nuevos estudios, así como acudir un especialista.
“Debido a que el accidente ocurrió en plena pandemia el Issste no podía atenderme, por lo que acudí con el doctor J. Manuel Alanís, quien me señaló que tenía una nueva fractura en la columna, además de haberse desviado y tener inflamadas las vertebras lumbares, diagnóstico contrario al emitido por Star Medica Center.
“Tiempo en el que el dolor y molestias a consecuencia del siniestro mermaron y destruyeron mi vida normal, el dolor lumbar está presente a cada minuto del día los 365 días del año, que a momentos es insoportable. Además de problemas para caminar y de equilibrio, entre otros.
“También alteró toda mi vida laboral y me restringió mi movilidad para realizar mis actividades normales en mi trabajo. Al no poder cargar mi equipo fotográfico y mucho menos asistir a los eventos por el tiempo que tengo que estár parado o caminando.
“Después de más de un año por fin inició mi tratamiento en el Hospital General de Tacuba del Issste, en ortopedia con el Dr. David Benavides R. quien solicitó diversos estudios y me informó que mis lesiones eran de cuidado y de consecuencias poco favorables, las cuales podría llevarme a una silla de ruedas, motivo por el cual era necesario una cirugía.
“Me advirtió que debía tener cuidado y en me cuanto sintiera mal de la columna, me presentara a urgencias del Hospital Tacuba. Y es precisamente el lunes tres de julio cuando me dirigía a un evento de mi trabajo en la colonia Cuauhtémoc, empecé a sentirme muy mal de la columna como a las ocho de la mañana, que decidí bajarme del metrobús en la estación Revolución en Insurgentes norte y abordé el metro trasladándome a la estación Tacuba.
“Cuando llegue al hospital y me revisaron, me acostaron para evitar más daños a mi columna y fui ingresado para ser intervenido en la columna lo más inmediato posible, en tanto se le avisó a mi esposa Juliana y mi hijo Álvaro, y al mismo me reporte a mi centro de trabajo.
“El lunes y martes me realizaron los estudios necesarios y para el miércoles cinco de julio a las ocho de mañana ingrese quirófano, no sé cuanto duró la cirugía pero fue un éxito, me implantaron ocho clavos en mi columna lumbar. En el hospital creo que estuve como tres semanas y luego me dieron salida para continuar mi recuperación en mi domicilio, con tremendos dolores en mi espalda.
“Cada semana iba a el hospital con el Dr. David Benavides Rodríguez y su ayudante el Dr. Javier Valdez, por unas dos semanas, pero al notar que tenía demasiados fluidos en la herida, me reingresaron por otras dos semanas.
“Por lo que respecta a mis incapacidades excedieron los cuatro meses, que para ese tiempo el que escribe, dejó de percibir ingresos por lo que decidí regresar al trabajo, aún convaleciente me presente a laborar, creo que era noviembre.
“El dolor de mi columna no ha desaparecido, sigue presente todo el tiempo, sin embargo la instrumentación evitó que quedara postrado de por vida en silla de ruedas. Además de quedar discapacitado permanentemente al no poder cargar objetos de más de cinco kilos; evitar esfuerzos prolongados; así como marcha prolongadas; actividades de alto impacto; entre otras tantas discapacidades.
“En tanto que Félix Hernández Reyes ni siquiera se acuerda de quien esto narra, él sigue una vida normal y sin pena. Al mismo tiempo que la Contraloría de la Ciudad de México, continua violando mis derechos humanos y hasta de amparo. Accidente en donde no fui el único afectado, pero si el más grave.
“Siniestro que sucedió en la administración de Claudia Sheinbaum Pardo, como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, hoy presidenta de México, espero que se entere de que manera son violados mis derechos humanos y justicia.
“El dolor no prescribe como la Contraloría General de la Cd Mx pretende hacer pasar mi demanda responsabilidades a RTP, al igual que los daños físicos que han dejado discapacitado desde su mandato en Cd Mx y ahora durante su presidencia. Lo peor es que existen muchas personas con el mismo problema ante la fiscalizadora”.