By Violeta Contreras García
La conexión a 5G ha demostrado ser más rápida que Wi-Fi en Corea del Sur, el Reino Unido, Arabia Saudita, Suiza, España, Kuwait y Australia, siete de los ocho países que lideran la implementación de la tecnología de quinta generación a nivel mundial, reveló Opensignal.
Sólo en Estados Unidos la red 5G presenta velocidades inferiores a los de Wi-Fi. Sin embargo, también es el país con menor nivel de rapidez en comparación con los otros siete, debido a que los operadores han utilizado hasta ahora principalmente las bandas bajas del espectro para lanzar su servicio 5G. Pero el rendimiento de 5G está mejorando a medida que se ocupen las ondas mmWave.
Así, 5G ha logrado lo que la “G” anterior no ha podido, pues esta última red sólo ha registrado ser más veloz que el Wi-Fi en Australia y Arabia Saudita, mientras que en el resto de países de la lista la tecnología inalámbrica Wi-Fi sigue transportando paquetes de datos a una rapidez mayor que 4G.
En Arabia Saudita, 5G ofrece una velocidad de 291.2 Mbps, por encima de los 21.4 Mbps de Wi-Fi; en Corea del Sur, 5G da 224 Mbps contra 74.5 Mbps de la otra tecnología: ambos son los países que tienen los niveles más altos de rapidez en todo el mundo, de acuerdo con los datos de la consultora.
Wi-Fi y las redes celulares son complementarias, por lo que ninguna reemplazará a la otra; sin embargo, cada vez más los usuarios preferirán conectarse a 5G si les ofrece velocidades superiores, afirmó Opensignal.
La disponibilidad de 5G todavía está en desarrollo, pues las implementaciones comerciales se encuentran en etapa inicial, por lo que se necesita que los operadores, reguladores y gobiernos aceleren la adopción de esta tecnología, incluso ahora que el mundo atraviesa una crisis sanitaria por Covid-19, para brindar mejor experiencia móvil al usuario, de acuerdo con el informe.
Además, la firma señaló que es importante no permitir que las campañas de desinformación contra 5G afecten el despliegue de esta tecnología, pues a raíz de la pandemia han surgido rumores sobre su relación con el origen del nuevo coronavirus, que se suman a la desconfianza que ya provocaba por las radiaciones no ionizantes. Estos supuestos ya han sido desmentidos por numerosos organismos internacionales, e incluso la Organización Mundial de la Salud.