Por Nicolás Larocca
(dpl news) Firmas de telecomunicaciones, tecnología e industria audiovisual con presencia en América Latina definieron en Washington, Estados Unidos, propuestas para los gobiernos con el ojo puesto en incluir a 200 millones de latinoamericanos a la economía digital. Se expresaron ideas como fortalecer las alianzas público-privadas y la necesidad de avanzar hacia una regulación inteligente que funcione a favor del cierre de la brecha digital.
El acuerdo se alcanzó en una reunión de trabajo en la sede del Wilson Center que fue parte de la serie Going Digital in Latin America del programa think-tank, en un encuentro realizado con el apoyo de Asiet y patrocinado por Vrio Corp. Participaron, además de ejecutivos de la industria de telecomunicaciones, representantes de gobiernos y del Banco Mundial, la Corporación Financiera Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Tres de cada 10 latinoamericanos no acceden regularmente a Internet, el doble que el promedio OCDE. La situación es peor en el quintil de menores ingresos, con seis de cada 10 desconectados. A esto se le suma un problema de calidad en el acceso y que la digitalización de procesos productivos es más baja que en otras regiones. Algo más: los países cuentan, en general, con agendas digitales pero los recursos resultan insuficientes para el tamaño de los retos por delante.
“El desarrollo económico y social de nuestros pueblos seguirá con enormes dificultades si no accionamos juntos a los gobiernos de la región por una mayor conectividad”, enfatizó tras el encuentro Pedro Bentancourt, vicepresidente de Asuntos Económicos, Externo y Regulatorios de Vrio Corp. El evento tuvo lugar como continuidad de las conversaciones sobre brecha digital del BID en Panamá, que iniciaron en el marco de un encuentro convocado por Asiet y Vrio en el Mobile World Congress de Barcelona. Durante este último evento, en una entrevista con DPL News, Carlos Magariños, director de Estrategia Global y Asuntos Externos de Vrio, adelantó la necesidad de desarrollar un pacto regional para promover el cierre de la brecha digital.
Ante este escenario, los involucrados plantearon una serie de necesidades para avanzar en el cierre de la brecha digital en América Latina, que se resumen en estas cinco acciones:
Desarrollo de una regulación moderna, liviana y flexible. La industria insiste en que los modelos de regulación deben promover la innovación. Para ello hay que adoptar medidas adaptadas al contexto de convergencia, agnósticas en términos tecnológicos y que promuevan la menor intervención en los mercados mientras se eliminan normativas obsoletas que generan efectos contrarios a los deseados.
Promover el despliegue de infraestructura digital. Hay que mejorar las condiciones para la instalación de redes y facilitar los trámites administrativos de procesos vinculados con despliegues de telecomunicaciones. En este punto, también se pedirá “facilitar la compartición voluntaria de infraestructura e impulsar la neutralidad de las redes”.
Adecuación de las políticas y prácticas de gestión del espectro. El precio del espectro es un problema sobre la mesa en América Latina. La industria pide aquí, de nuevo, una asignación eficiente y suficiente en procesos transparentes y bajo metodologías no recaudatorias.
Reducción de cargas tributarias y eliminación de ineficiencias en el marco fiscal. Otro reclamo constante del sector es la necesidad de un entorno tributario más simple, equitativo y eficiente, que esté en sintonía con la importancia que tienen las telecomunicaciones para las personas, empresas y gobiernos. Se propone, en concreto, bajar o eliminar impuestos especiales sobre los servicios de telecomunicaciones.
Fomentar asociaciones público-privadas para el desarrollo de capacidades y habilidades en el entorno digital. Se busca incentivar la inclusión a partir de programas educativos, de formación digital y de capacitación laboral al tiempo de “difundir la cultura de la ciberseguridad como política de Estado concientizando a los usuarios digitales acerca de los riesgos en línea”.
“Se necesitan regulaciones modernas que impulsen las inversiones. En paralelo, es fundamental la promoción del desarrollo de la infraestructura digital. Con las normas actuales, que generan una enorme cantidad de trámites, es muy difícil poder llevar conectividad a todos los latinoamericanos. Solo a modo de ejemplo: instalar una torre de transmisión puede demorar un año. Es mucho tiempo en esta era”, resumió Maryleana Méndez, secretaria General de Asiet.
En paralelo, el BID anunció durante el encuentro su colaboración con la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) en un proyecto titulado Mapa de infraestructura digital, que tendrá como finalidad “ser soporte informativo y promover a través de datos y métricas información de valor para que las inversiones tengan un impacto económico y social en la región”.