Por Juan Pablo Uribe
(Del Banco Mundial para Grilla en el Poder).- La malnutrición (i) es uno de los problemas de desarrollo más graves del mundo y al que se ha prestado menos atención. Sus costos humanos y económicos son enormes y afectan más a los pobres, las mujeres y los niños.
Casi 150 millones de niños menores de cinco años tienen retraso del crecimiento (i), lo que es un indicador de muchas limitaciones del desarrollo, incluidos los déficits cognitivos y menos oportunidades económicas en el futuro.
El 40 % de ellos vive en África subsahariana, donde, a pesar de todos los esfuerzos, el número de niños con retraso en el crecimiento sigue aumentando. Además de afectar a las personas, la malnutrición limita la capacidad de un país de acumular capital humano.
Sin una acción urgente, no se alcanzará la meta de los ODS de alcanzar una reducción del 50 % de la desnutrición para 2030 (i). Esto ha llevado a pedidos de compromisos para más y mejor gasto en nutrición (i) y la creación de un Informe de la Nutrición Mundial (i) anual para monitorear los compromisos entre las partes interesadas.
Se necesita urgentemente un mayor gasto en nutrición
Sabemos que se necesitan con urgencia más recursos públicos para financiar las intervenciones en nutrición. Una buena gestión de estos recursos influye en la eficacia de los gobiernos para abordar la malnutrición.
No obstante, los sistemas de gestión de las finanzas públicas (GFP) suelen no ser configurados para satisfacer las necesidades multisectoriales que se requieren para una respuesta nutricional eficaz.
Nuestro nuevo informe, Impulsar la acción nutricional a través del presupuesto: Una guía para la elaboración de presupuestos sensibles a la nutrición (i), argumenta que una respuesta nutricional requiere una acción gubernamental eficaz, que incluya una asignación suficiente de recursos públicos a intervenciones prioritarias y de alto impacto, una buena gestión de esos recursos y una coordinación eficaz de las partes interesadas.
Un sistema de GFP sensible a la nutrición debe ofrecer las herramientas adecuadas para una gestión eficaz. De lo contrario, la meta de los ODS seguirá siendo difícil de alcanzar.
La coordinación multisectorial ofrece mejores resultados nutricionales
Se requiere la intervención de muchos sectores para abordar la desnutrición. Los organismos de salud, agua, educación, agricultura, gobierno local y muchos más brindan servicios complementarios, pero la coordinación es difícil, incluso cuando hay un organismo especial del Gobierno con este mandato.
Dado que los presupuestos se asignan según el sector, surgen desafíos de gobernanza y gestión cuando los Gobiernos desean abordar cuestiones intersectoriales como la nutrición. Sin ajustes adecuados para los sistemas de GFP, la gestión de una respuesta nutricional eficiente puede verse obstaculizada por preguntas sobre el presupuesto, la rendición de cuentas, los arreglos de implementación y la priorización del presupuesto. Esto hace que abordar la desnutrición sea difícil y complicado, a pesar de las intervenciones rentables y comprobadas que pueden tener un gran impacto.
¿Qué es un presupuesto sensible a la nutrición?
Un presupuesto sensible a la nutrición puede ayudar a resolver este desafío. El informe ofrece orientación específica sobre cómo llevar a cabo la transición hacia dicho sistema.
Hacer los ajustes correctos permitirá identificar la intervención correcta y la priorización en todos los sectores. Permitirá supervisar lo que se ha financiado y dónde quedan brechas críticas.
Una vez financiado, ayudará a las agencias gubernamentales a monitorear la implementación y responsabilizar a las partes interesadas por los avances. Permitirá la triangulación de datos de gastos con datos de resultados para permitir la corrección de rumbo basada en pruebas.
Todo esto no implica invertir en nuevos sistemas y tecnología. Simplemente se aprovechan las estructuras e instituciones dadas a través de ajustes menores de una manera que facilite la administración, la coordinación y la rendición de cuentas para una respuesta más eficaz.
5 pasos para un presupuesto sensible a la nutrición. Mirando más allá de la nutrición
La presupuestación sensible a la nutrición no es un concepto nuevo. El abordaje de desafíos intersectoriales como la nutrición se ha implementado durante mucho tiempo para el género y el clima. Esto ha generado lecciones valiosas sobre qué funciona, dónde y bajo qué circunstancias. Los Gobiernos de Rwanda (i) e Indonesia (i) se basaron en esta experiencia para informar sus reformas de gobernanza nutricional.
Los profesionales tienen mucho que ganar si miran más allá del campo de la nutrición. Es posible que los Gobiernos ya tengan soluciones que guíen la gestión de recursos para respaldar la entrega de otros bienes públicos mundiales. Basarse en estos sistemas puede acelerar los esfuerzos de reforma, ayudar a identificar defensores en los ministerios de finanzas y marcar una diferencia profunda