(Del Banco Mundial ara Grilla en el Poder) Ciudad de Washington, septiembre de 2024. Para 2050, una de cada tres personas tendrá más de 60 años. De acuerdo con un nuevo informe del Banco Mundial, si los países en desarrollo adoptaran medidas audaces para promover una longevidad saludable, podrían salvar 150 millones de vidas y prolongar la vida de millones de personas más.

El ahorro en los costos de atención médica, los estilos de vida más saludables, el aumento de la productividad de la fuerza laboral y la reducción del gasto público en servicios sociales también generarían un enorme valor económico.

En el informe, titulado Unlocking the Power of Healthy Longevity: Demographic Change, Non-communicable Diseases and Human Capital (Liberar el poder de la longevidad saludable: Cambio demográfico, enfermedades no transmisibles y capital humano), se presentan estrategias para ayudar a los Gobiernos a mejorar la salud, reducir la pobreza, abordar la desigualdad de género y aumentar la productividad en los países de ingreso bajo y mediano.

La longevidad saludable significa que la persona se encuentra en buenas condiciones desde el punto de vista físico, cognitivo y social durante toda su vida.

Las enfermedades no transmisibles (ENT) —como la diabetes, las enfermedades respiratorias, las afecciones cardíacas y los distintos tipos de cáncer— ya representan más del 70 % de todas las muertes y una proporción significativa de las enfermedades y discapacidades en los países de ingreso bajo y mediano.

Asimismo, se interrelacionan con el estrés climático y la vulnerabilidad a las pandemias. Las personas más pobres y vulnerables son las más susceptibles a las ENT, debido a las tasas más altas de tabaquismo, consumo de alcohol y obesidad, y a la menor calidad de la atención médica que reciben, y tienen menos capacidad para pagar tratamientos y hacer frente a la pérdida de ingresos.

“Las enfermedades no transmisibles mantienen a las personas atrapadas en la pobreza, afectando las oportunidades y la calidad de vida de las generaciones actuales y futuras”, declaró Mamta Murthi, titular de la Vicepresidencia de Personas del Banco Mundial.

“Para abordar la carga de morbilidad y promover una longevidad saludable, estamos alentando a los países a buscar enfoques que vayan más allá de la atención médica y que incluyan la nutrición infantil, la educación y la protección financiera para los más pobres. Actuando ahora podemos contribuir a un futuro más saludable, equitativo y productivo”.

En el informe se describen medidas para reducir el riesgo de ENT, por ejemplo, integrar servicios clínicos eficaces en función de los costos y cuidados a largo plazo en la atención primaria de la salud, y aplicar impuestos selectivos al tabaco, el alcohol y las bebidas azucaradas para movilizar ingresos adicionales y alentar los comportamientos saludables”.

También será importante explorar formas innovadoras de protección social para las personas que trabajan en el sector informal a fin de ayudar a cubrir los costos de salud esenciales y contribuir a un envejecimiento digno.

“La longevidad saludable es un enfoque basado en evidencias que ayuda a los países a definir intervenciones y cambios de políticas clasificados según su prioridad, con estimación de costos, para salvar vidas y alargar la vida de las personas”, señaló Juan Pablo Uribe, director global de Salud del Banco Mundial. “Estamos dispuestos a apoyar a los países en este camino aportando conocimientos y financiamiento”.

Con las intervenciones destinadas a promover una longevidad saludable también se respalda la igualdad de género. Si bien las mujeres suelen vivir más que los hombres, experimentan períodos más largos de enfermedades y discapacidad, y cuentan con menos recursos que los hombres para abordar estos desafíos.

La responsabilidad de cuidado asistencial reduce las perspectivas de empleo y puede comprometer el bienestar. Al hacer hincapié en opciones de cuidado alternativas, como la atención comunitaria, los países pueden contener los costos, respetar la dignidad y ayudar a las mujeres a permanecer en la fuerza de trabajo.

En abril de 2024, el Grupo Banco Mundial anunció el objetivo de brindar mejores servicios de salud a 1500 millones de personas para 2030. La labor relacionada con la longevidad saludable es esencial para lograr este objetivo mediante la ampliación de las intervenciones de alto impacto y el fortalecimiento de la protección financiera para las poblaciones pobres y de mayor edad.

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