(Del Banco Mundial para Grilla en el Poder).- La información recopilada entre mayo y agosto de 2022 indica una elevada inflación en casi todos los países de ingreso bajo y mediano; el 93,3 % de los países de ingreso bajo, el 90,9 % de los países de ingreso mediano bajo y el 93 % de los países de ingreso mediano alto han registrado niveles de inflación superiores al 5 %, y muchos experimentan una inflación de dos dígitos.
La proporción de países de ingreso alto con elevada inflación también ha aumentado considerablemente, y alrededor del 85,7 % experimenta una alta inflación de los precios de los alimentos.
Desde la última actualización publicada el 11 de agosto de 2022, el índice de precios agrícolas se ha mantenido relativamente estable y actualmente es solo 1 punto más alto. Los precios del trigo, el maíz y el arroz son un 17 %, un 29 % y un 6 % más altos, respectivamente, que en septiembre de 2021.
Los precios del maíz y el trigo son un 31 % y un 34 % más altos, respectivamente, que los de enero de 2021, y los precios del arroz son un 15 % más bajos. (véanse los datos de la “hoja rosada” [i] sobre los índices de precios de los productos básicos agrícolas y de los precios de los alimentos básicos, que se actualizan mensualmente).
La guerra en Ucrania ha alterado los patrones mundiales de comercio, producción y consumo de productos básicos de forma tal que los precios se mantendrán en niveles altos hasta fines de 2024 exacerbando la inseguridad alimentaria y la inflación.
Según la actualización de mediados de 2022 del Informe mundial sobre las crisis alimentarias (i), el número de personas afectadas por la crisis alimentaria o en una peor situación podría llegar a 205,1 millones en 45 de 53 países o territorios.
Después del inicio de la guerra en Ucrania, las políticas relacionadas con el comercio impuestas por los países han aumentado. La crisis alimentaria mundial se ha agravado en parte por el creciente número de restricciones al comercio de alimentos establecidas por los países con el objetivo de aumentar la oferta interna y reducir los precios.
Hasta el 15 de septiembre de 2022, 21 países han implementado 30 prohibiciones a la exportación de alimentos, y 6 han implementado 11 medidas de restricción de las exportaciones.
El apoyo del Banco Mundial
Como parte de una respuesta a nivel global e integral a la actual crisis de seguridad alimentaria, el Grupo Banco Mundial está poniendo a disposición hasta USD 30 000 millones a lo largo de un período de 15 meses para áreas tales como agricultura, nutrición, protección social, agua y riego. Con estos fondos se financiarán esfuerzos para alentar la producción de alimentos y fertilizantes, mejorar los sistemas alimentarios, facilitar un mayor comercio, y apoyar a los hogares y productores vulnerables:
Un proyecto de USD 300 millones en Bolivia que contribuirá a aumentar la seguridad alimentaria, el acceso a los mercados y la adopción de prácticas agrícolas climáticamente inteligentes.
Un préstamo de USD 315 millones para ayudar a Chad, Ghana y Sierra Leona (i) a aumentar su preparación frente a la inseguridad alimentaria y mejorar la resiliencia de sus sistemas alimentarios.
Un Proyecto de Apoyo de Emergencia para Aumentar la Seguridad Alimentaria y la Resiliencia por valor de USD 500 millones (i) dirigido a impulsar los esfuerzos de Egipto por garantizar que los hogares pobres y vulnerables tengan acceso ininterrumpido al pan, ayudar a fortalecer la resiliencia del país frente a las crisis alimentarias y respaldar reformas que ayudarán a mejorar los resultados nutricionales.
Un préstamo de USD 130 millones para Túnez (i), cuyo fin es reducir el impacto de la guerra en Ucrania, financiando importaciones vitales de trigo blando y proporcionando apoyo de emergencia para cubrir las importaciones de cebada que se utiliza en la producción de productos lácteos y de semillas para los pequeños agricultores que se necesitarán durante la próxima temporada de siembra.
El Programa de Resiliencia de los Sistemas Alimentarios para África Oriental y Meridional (i) por valor de USD 2300 millones ayuda a los países de África oriental y meridional a aumentar la resiliencia de los sistemas alimentarios de la región y su capacidad para abordar la creciente inseguridad alimentaria.
El programa, que reforzará la respuesta interinstitucional ante la crisis alimentaria, impulsará también los esfuerzos a mediano y largo plazo para lograr una producción agrícola resiliente, el desarrollo sostenible de los recursos naturales, la ampliación del acceso a los mercados y un mayor énfasis en la resiliencia de los sistemas alimentarios en la formulación de políticas.
En mayo, el Grupo Banco Mundial y la Presidencia del Grupo de los Siete (G7) convocaron de manera conjunta la Alianza Mundial para la Seguridad Alimentaria (i), cuyo objetivo es catalizar una respuesta inmediata y concertada a la crisis mundial del hambre que se está produciendo.
Última actualización: Sept 15, 2022