La pandemia por Covid-19 aumentó el riesgo de desequilibrio emocional y enfermedades mentales, debido a que las medidas del aislamiento social han provocado la reducción de los ingresos de las personas, aumento de desempleo, violencia, sobrecarga de información y noticias falsas, así como desconfianza e incertidumbre.
Además, la emergencia sanitaria evidenció la necesidad de personal e infraestructura para atender la salud mental de la población, pues, en México, 60 por ciento de todos los psiquiatras radican en las tres ciudades más grandes del país.
Sobre este tema, la Organización para la Cooperación Económica (OCDE), ha informado que en nuestro país existen 0.2 psiquiatras por cada 100 mil habitantes en nuestro país.
Ante este contexto, la senadora Nuvia Mayorga Delgado presentó en la Comisión Permanente una iniciativa para que la Secretaría de Salud, instituciones de salud y las entidades federativas capaciten continuamente al personal médico, paramédico y administrativo, en materia de primeros auxilios psicológicos, intervención de crisis, prevención, detección oportuna y atención de trastornos mentales y del comportamiento.
La legisladora del PRI aseguró que esta disciplina será una herramienta que contribuirá a la atención de la salud mental en beneficio de las personas usuarias de la Red del Sistema Nacional de Salud, en todos sus niveles de atención.
Después de que se haya superado la emergencia sanitaria, continuó, es indispensable que se implementen mayores esfuerzos en mejorar la capacitación y preparación en materia de salud mental, de una forma sistematizada, explicativa, colaborativa y universal.
Detalló que las consecuencias más comunes por la pandemia en materia de salud mental son el estrés agudo, crisis de ansiedad, insomnio, abuso de sustancias y agotamiento. Estos trastornos, puntualizó, afectan al menos a un tercio de la población y pueden ser más comunes entre quienes han vivido la crisis de cerca o se encuentran en la primera línea de atención.
Aunado a ello, indicó que las personas con condiciones preexistentes pueden sufrir desequilibrios y mayor riesgo de enfermarse por Covid-19, mientras que los que sobreviven pueden sufrir secuelas neuropsiquiátricas graves.
Ofrecer primeros auxilios psicológicos permitirá el seguimiento de personas con trastornos mentales y del comportamiento, así como abordar un diagnóstico de manera integral, intersectorial e interinstitucional, explicó Mayorga Delgado.
Para la legisladora, la experiencia que deja la pandemia por Covid-19 en este ámbito, es la necesidad de realizar un primer esfuerzo para conocer los aspectos más relevantes de la salud mental durante una crisis.
La iniciativa, que reforma la Ley General de Salud, fue turnada a las comisiones unidas de Salud, y de Estudios Legislativos, Primera.