*Es más eficiente federalizar impuesto de tenencia vehicular
El impuesto a la tenencia vehicular es un gravamen que existe desde 1961 y en ese entonces su cobro era de carácter federal y 100% participable; es decir, que los Estados podían utilizarlo para su gasto público.
Fue en 2008 que la Ley sobre Tenencia o Uso de Vehículos fue abrogada, para dar paso a un periodo de transición hasta 2011, durante la cual las entidades federativas de manera unilateral pudieron establecer impuestos locales sobre dicho concepto.
Esto ha originado una complicidad perversa en los gobiernos locales, pues lejos de hacer eficiente la recaudación de este gravamen para fortalecer sus haciendas públicas, ponderan el hecho de ganar simpatías sociales al descuidar su cobro.
Algunos estados otorgan subsidios en función del valor del automóvil y también si se está al corriente de otros compromisos fiscales, así como que en la mayor parte de las entidades (como la Ciudad de México) existe otro cobro asociado al automóvil, que es el refrendo por el derecho de uso de placas.
El problema con las diferenciaciones estatales en el cobro de este impuesto radica principalmente en la posibilidad que brinda a los contribuyentes de evadir sus obligaciones fiscales, debido a que registran sus vehículos en entidades que no cobran la tenencia a pesar de que transitan por entidades en las que si lo hacen.
Esto trae consigo repercusiones negativas como lo es que ante la escasa recaudación de este recurso se imposibilite el mantenimiento constante de la infraestructura carretera, además del deterioro ambiental que genera porque, está comprobado, el cobro de este gravamen es un desincentivo para reducir el uso del automóvil.
El Impuesto a la Tenencia Vehicular alimenta las arcas de 13 entidades, en Baja California el impuesto completo lo pagan los vehículos con valor superior a 500 mil pesos y maneja subsidios fiscales, la Ciudad de México cuenta con el subsidio para vehículos cuyo valor comercial sea menor a 250 mil pesos.
Colima tiene un subsidio de hasta 100 por ciento para quienes estén al corriente con el pago de sus compromisos fiscales, en el Estado de México, los vehículos con valor factura de 350 mil pesos o menos tendrán subsidio, en Oaxaca el pago de la tenencia es de un peso para autos con valor comercial máximo de 250 mil pesos, y así podemos seguir con las grandes diferencias en la tributación entre un Estado y otro.
Este sistema unilateral de cobranza impacta de forma negativa a las haciendas y permite a los estados mantener un esquema de competencia desleal para cobrar menos con el fin de obtener ventajas electorales, lo que pervierte y desvirtúa la razón fundamental por la que el Estado debe cobrar impuestos, que es la de destinar recursos suficientes para cubrir las necesidades de nuestra sociedad.
Por ello la propuesta de federalizarlo va en el sentido de homogeneizar las bases de la tributación, así como de terminar con la dispersión, la anarquía y la falta de compromiso de los Estados para ejercer sus facultades tributarias en beneficio de las finanzas públicas y de la inversión en materia educativa, de salud, de infraestructura, de empleo, entre otras cosas.