*Será muy severa la crisis que se avecina
Es necesario llamar a todos los actores sociales de país a crear y ejecutar conjuntamente un plan reactivación económica y social, así como generar un acuerdo nacional por el empleo y el ingreso nacional, para resolver la crisis de salud y el desplome económico que se avecina.
Por ello nos pronunciamos por que haya una verdadera aplicación del Estado de derecho para combatir la inseguridad reinante en el país y un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas del gobierno.
Justo al cumplir un año y medio, el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador enfrenta una gran crisis de salud y seguridad, y está a las puertas de otra, ahora económica.
En estos 18 meses son varios los errores que ha cometido la administración, aunque todavía está a tiempo de corregir, con un poco de humildad en el cargo, tomando decisiones no en favor de un proyecto personal, sino de México y poniendo punto final a la polarización social, que ha dejado aprendizajes importantes.
Estamos a tiempo de evitar que la crisis de salud impacte con fuerza la economía que ya arrastraba las malas decisiones desde haber cancelado un aeropuerto por otro en la Base Militar de Santa Lucía, desoyendo a los expertos.
En ese sentido planteamos 12 propuestas para reactivar la economía del país:
1) Reasignar los recursos para proyectos turísticos.
2) Incrementar el gasto en obras públicas necesarias.
3) Diferir por tres meses la presentación de las declaraciones anuales 2019.
4) Disminuir el IEPS en gasolinas.
5) Prorrogar las contribuciones a la seguridad social.
6) Seguro emergente de desempleo.
7) Apoyo a personas emprendedoras.
8) Créditos a micro, pequeñas y medianas empresas.
9) Postergar las obras del Aeropuerto de Santa Lucía, de la Refinería Dos Bocas y del Tren Maya.
10) Comisión de Emergencia Económica para el Ingreso Familiar.
11) Ingreso Básico Universal.
12) reducción de tarifas eléctricas.
Son medidas extraordinarias para problemas extraordinarios, como lo es la proyección de que el Producto Interno Bruto del país caerá más allá del 8% en este año.
Y no hay que olvidar que antes de que llegara la pandemia del Covid-19, el país ya tenía un grave problema de inseguridad pública, que sigue creciendo por una falta de Estado de derecho. Para el ciudadano todo se resuelve con la aplicación de la ley, esa es la corrupción que no hemos logrado solucionar y en la que ya es hora de poner manos a la obra.
El Gobierno Federal ha incurrido en los siguientes errores frente a la pandemia de Covid-19:
1) Minimizar y subestimar los efectos de la pandemia.
2) Incurrir en contradicciones constantes por parte de la autoridad sanitaria.
3) No haber resuelto el debilitamiento previo del sistema de salud.
4) Desconocer las recomendaciones de expertos internacionales respecto a la realización de pruebas.
5) Decir una y otra vez que la pandemia ya se ‘domó’.
6) Presentar un plan de ‘nueva normalidad’ en el peor momento de los contagios.
7) No informar con claridad la cantidad de contagiados y fallecidos.
8) Permitir que el vocero del tema comenzara a promocionarse políticamente.
9) No diseñar un auténtico plan de reactivación económica,
10) dejar sin apoyos a los gobiernos municipales y estatales.
A partir de mañana lunes, con la reanudación parcial de las actividades, todos estos errores se magnificarán, porque desde el Gobierno Federal no se ha diseñado un plan que ofrezca certidumbre sanitaria a las y los trabajadores en el momento que salgan de su casa. Por ello, para evitar caminar a ciegas, la realidad impone hacer pruebas, pruebas y más pruebas de Covid-19.
El Gobierno Federal ha sido omiso en encabezar con certidumbre el regreso planeado de las actividades sociales y empresariales, pero ante el centralismo y ausencia de gobierno nacional, los gobernadores de los estados y ayuntamientos han llenado ese vacío.
No será la primera vez que ocurra, pues en esta pandemia se ha visto a algunos mandatarios locales que han emprendido acciones y lo seguirán haciendo en beneficio de sus gobernados.
Llamo a la Secretaría de Salud y al vocero designado para hablar de la pandemia de Covid-19 a dejar de lado el doble discurso, a hablar con la verdad y no maquillar las cifras de contagios, de enfermos en los hospitales y de los fallecidos.
Convocamos a los funcionarios federales a dejar de tener miedo a las palabras e informar con transparencia las cifras reales en esta pandemia.
No es cierto que se domó la pandemia y tampoco que nuestra primera línea de batalla esté provista de lo necesario para enfrentar al virus. Todos los días hay reclamos de ello. Ya se programan protestas en la calle de médicos, enfermeras y personal hospitalario que denuncian la falta de material y equipos. Para corregir, convocamos, una vez más, a las autoridades de salud a hablar con la verdad.
Cuestionamos que el presidente Andrés Manuel López Obrador haya decidido reiniciar sus giras de trabajo, sin conocer la cifra “negra” de contagios y personas fallecidas, poniendo en peligro su vida, pero también la de sus secretarios de Estado, acompañantes, el personal que cuida su seguridad, los designados a la logística, los representantes de los medios de comunicación y la población civil que acuda a sus encuentros por cinco estados de la República Mexicana.
Esto envía una muy mala señal a las familias mexicanas que se preguntarán: ¿Si el presidente de México ya se va de gira, mis hijos y yo por qué no podemos salir a hacer nuestras actividades.
El presidente tiene que considerar que, por ser el líder de los mexicanos, debe enviar mensajes ejemplares que eviten los contagios.