El programa del Gobierno Federal “Sembrando Vida" está lejos de sus objetivos ecológicos y de reforestación, debido a los proyectos de infraestructura de la actual administración.
El espíritu ecocida de la Cuarta Transformación ha hecho que el programa ‘Sembrando Vida’ vaya en picada, contrario a su naturaleza de plantar árboles para generar empleo, actividad de campo y reducir los impactos negativos a la ecología.
El presidente Andrés Manuel López Obrador no ha logrado posicionar a México entre los dos países orgánicos que le apuestan a erradicar la pobreza en virtud de prácticas agrícolas básicas, sino que, por el contrario, vivimos alrededor de una máquina devastadora.
El Ejecutivo ha quedado lejos de aquella oferta de reforestar más de un millón de hectáreas de tierras degradadas en México y sembrar mil millones de plantas.
Queda claro que se requiere de una reingeniería, no avanza la generación de empleos, no hay reglas de operación claras y hay mano negra de Morena para redireccionar los beneficios a grupos agrícolas afines de la 4T.
Los participantes han denunciado que el influyentismo persiste en el programa y no llega a todos, sin embargo, muchos aceptan ser incluidos en los padrones con tal de recibir los beneficios para su día a día, ante la falta de ingresos y oportunidades por la pandemia.
Mares Aguilar dijo que el campo es una actividad muy noble para quienes viven de él, pero con acciones de Estado sólidas se puede avanzar más.
Hoy en día, el programa paga a por lo menos 420 mil agricultores con 4 mil 500 pesos al mes por plantar árboles, pero hay mucha opacidad.
El llamado que hacemos es a hacer partícipe a la Cámara de Diputados para que se modifiquen las reglas de operación y los objetivos, ya que en vez de plantar o reforestar espacios, vamos al revés y, como ejemplo, la destrucción por el Tren Maya y los contaminantes a la atmósfera por la nueva Refinería Dos Bocas.