La magistrada de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Mónica Aralí Soto Fregoso, externó su preocupación ante la presentación en fechas recientes de denuncias de violencia política contra las mujeres, ejercida por otras mujeres.
Al participar en los trabajos del “Evento conmemorativo por el 67 Aniversario del voto de las mujeres en México”, organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE); el TEPJF y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), dijo que desde hace un mes han llegado estos casos a la Sala Superior y le preocupa que puedan aumentar en estos procesos electorales.
A 67 años del reconocimiento de los derechos político-electorales de la mujer en México, afirmó la magistrada, el obstáculo para el ejercicio de estos derechos no pueden ser las propias mujeres; consideró que sería lamentable que la lista de personas infractoras en materia de violencia política de género, que fue ordenada por la Sala Superior del TEPJF, esté integrada por mujeres y en ese sentido hizo un llamado a la conciencia y a la sororidad entre ellas para evitar este fenómeno.
En el panel “Derecho a votar de las mujeres en entornos discriminatorios y de pandemia”, en el que también participaron Belén Sanz Luque, representante de la ONU Mujeres en México; Carla Astrid Humphrey Jordan, consejera del INE y presidenta de la Comisión de Igualdad de Género y No Discriminación y Nadine Gasman Zylbermann, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), la magistrada Mónica Soto destacó una serie de sentencias del TEPJF a favor de las mujeres como la reversión de la carga de la prueba y medidas de protección.
Dijo que hoy todavía se encuentran en el camino para consolidar el ejercicio pleno de los derechos político-electorales de las mujeres, que aún -lamentablemente- no ha llegado al punto ideal en que todas las violencias sean eliminadas; reconoció que con el COVID-19 las repercusiones han sido desproporcionadas contra ellas, las brechas de desigualdad se han profundizado y los avances ganados parecen tener riesgos de perderse.
Las resistencias a los privilegios, explicó, siguen haciendo uso de la diferencia del poder para discriminar, violentar y mantener las desigualdades que impiden una igualdad sustantiva aún en estos tiempos, a pesar de los importantes avances. Soto Fregoso consideró al respecto que las mujeres han acumulado experiencia que ha visibilizado la discriminación para poder combatirla, adelantó que tampoco se quedarán inmóviles y no se dará ni un paso atrás para lograr la igualdad plena de mujeres y hombres.