*16ª Edición del Foro México Cumbre de Negocios
El mundo de hoy enfrenta un entorno cambiante, y distintas sociedades cuestionan las formas tradicionales de sus Gobiernos, ponen en duda los sistemas democráticos y rechazan, en algunos casos, la apertura y la globalización.
En el ámbito económico, existe incertidumbre sobre las políticas que apoyaron la recuperación económica en todo el mundo y que hoy han entrado en una etapa, francamente, de volatilidad y de duda, y si esas políticas que permitieron que el mundo tuviera crecimiento en los diferentes países son las que deban mantenerse.
Todo parece indicar que, al menos por un tiempo, estas fuentes de incertidumbre habrán de mantenerse, y esto se traduce en un importante reto para nuestra nación, para los Gobiernos y para los empresarios.
Este gobierno emprendió un proyecto de cambio que buscaría generar certeza y confianza a partir de seis pilares:
PRIMERO:
Continuar las condiciones de estabilidad macroeconómica que se habían alcanzado en los últimos tres sexenios. Desde el inicio de la Administración comprendimos que la estabilidad macroeconómica era la base para que las empresas pudieran planear a largo plazo e invertir; es decir, que pudieran tomar decisiones de inversión con la menor incertidumbre posible.
SEGUNDO: Quitar los cuellos de botella que frenaban el desempeño de nuestra economía. Con el apoyo de las principales fuerzas políticas y de diversos sectores de la sociedad impulsamos 14 reformas, seis de ellas de carácter económico. Gracias a ellas, las empresas, paulatinamente, han tenido acceso a mejores condiciones de mercado, incluyendo insumos más baratos.
Es cierto, las Reformas también implicaron mayor competencia, pero nadie mejor que ustedes saben que, en el mediano y largo plazos, la competencia es buena para el país en su conjunto porque impulsa la innovación, la productividad, el desarrollo y, sobre todo, permite que la economía de las familias mexicanas tenga acceso a productos y servicios cada vez más competitivos y más baratos.
TERCERO: Dar un renovado impulso a la infraestructura nacional. En esta Administración, el gasto del sector público en infraestructura ha sido en promedio anual de 3.9 por ciento con respecto al Producto Interno Bruto. Se trata de la proporción más alta de gasto público en infraestructura para un periodo similar en los últimos cuatro sexenios. Hay que reconocer aquí también, dado este clima de confianza y certidumbre, la inversión privada que se ha detonado en estos últimos seis años que, junto con la inversión pública, se estima que el porcentaje con respecto al Producto Interno Bruto puede ser casi entre siete y ocho por ciento.
CUARTO: Dar mayor flexibilidad al mercado laboral y respaldar el talento de los jóvenes emprendedores con la creación del Instituto Nacional del Emprendedor. Y junto a ello, sin duda, tiene especial relevancia lo que fue la Reforma Laboral, porque auténticamente flexibilizó las condiciones para incorporarse al mismo. De ello da cuenta el que tengamos hoy una generación de empleo histórica, de prácticamente cuatro millones de empleos generados en estos seis años, y 40 por ciento de ellos para jóvenes, y también un alto porcentaje para mujeres que, por primera vez, se incorporan al mercado laboral, al amparo, precisamente, de esta reforma, realizada en esta asignatura.
QUINTO:
Haber emprendido la agenda de negociaciones comerciales más ambiciosa de las últimas décadas. Con una red de tratados comerciales más extensa y moderna, hemos ampliado las oportunidades para las empresas mexicanas, y no sólo para las grandes empresas, también para las pequeñas y medianas, porque si algo se ha cuidado en estas nuevas negociaciones es generar espacios de inclusión y de participación a pequeñas y medianas empresas.
SEXTO PILAR PARA GENERAR CONDICIONES DE CERTEZA Y CONFIANZA:
Fortalecimiento del Estado de Derecho. Éste es, ciertamente, un ámbito en el que aún se enfrentan importantes retos. Sin embargo, tengo la certeza de que hemos dejado bases sólidas para fortalecer el Estado de Derecho y generar confianza.
Hoy contamos con el Sistema Nacional de Transparencia, el Sistema Nacional Anticorrupción y una Ley General de Mejora Regulatoria, que fue la Décimo Cuarta Reforma Transformadora para optimizar el quehacer gubernamental y contribuir a un adecuado clima de negocios en el país.
En su conjunto, estos seis pilares han generado un ambiente de certeza y ponen a México como uno de los países más atractivos del mundo para la inversión y el desarrollo de proyectos de largo plazo.
Hoy la economía mexicana tiene las condiciones para crecer sostenidamente, atraer inversiones y generar más empleo.
El México de hoy es distinto del México de 2012, y estos avances no podrían entenderse sin la activa participación, empuje y el permanente respaldo del sector empresarial mexicano.