*Hay dinero para atender a los pobres y enfermos
La campaña contra las adicciones tiene que ser preventiva, en todo sentido, desde luego, si se comete un delito se tiene que castigar al responsable, pero el objetivo es que no caigan los jóvenes en el consumo de drogas.
Ese es el propósito, dar opciones, dar alternativas, que los jóvenes sean atendidos, que no les falte la posibilidad de estudiar, que tengan oportunidad para trabajar, que tengan posibilidad de tener acceso a la recreación, al deporte, a la felicidad, que haya fraternidad, que haya una auténtica solidaridad, una vida feliz y humana. Ese es el propósito.
Y también la curación, el que se puedan tener centros de atención a las adicciones y que con el apoyo de todos, sin estigmatizar, puedan salir adelante, puedan recuperarse. Ese es el propósito.
No hay límite para estos programas, todo lo que se requiera de recursos. Lo que se necesite. En el caso, por ejemplo, de la búsqueda de desaparecidos se inicia con 500 millones, pero todo lo que se requiera.
Tenemos una bolsa de 100 mil millones de pesos, por el plan de austeridad. Esos recursos van destinados a lo más necesario: atender a los pobres, atender a los enfermos, a los desvalidos, a los que más nos necesitan.
Para enfrentar el dolor, para enfrentar la enfermedad, para enfrentar el sufrimiento, la pobreza, no hay límites, aunque nos quedemos sin camisa. Le podemos dar todavía otra vuelta a la tuerca si hace falta; es decir, reducir más el gasto en el gobierno, el costo del gobierno a la sociedad para tener fondos y destinarlos a lo fundamental.
14/05/2019