Se tiene que mantener la independencia, la soberanía, no debe de haber injerencia de gobiernos extranjeros, de organismos financieros internacionales, que debemos libremente decidir sobre el destino de nuestros países.
Los organismos financieros internacionales no han actuado con ética y con responsabilidad. No quiero generalizar, a lo mejor en algunos casos lo han hecho bien, pero tenemos ejemplos que demuestran lo contrario.
En el caso de Argentina cuando, para ayudar al que quería reelegirse en la Presidencia, le soltaron más dinero del que tenía capacidad argentina de devolver, lo endeudaron al pueblo argentino y luego no querían asumir su responsabilidad, porque ellos sabían perfectamente que ya no tenían ellos capacidad para pagar y, sin embargo, como había un proceso electoral en puerta, le dieron y le dieron y le dieron, y quebraron las finanzas de Argentina.
Otro ejemplo muy lamentable es que también estos organismos financieros hicieron la recomendación en Colombia de que aumentaran los impuestos en plena pandemia y se generó un conflicto.
Entonces, nosotros pensamos que debemos de mantener nuestra propia política económica y sí, mantener relaciones con todos los organismos financieros del mundo, pero con apego a nuestra agenda. Debemos de tener una agenda propia, ya no las llamadas cartas de intención, de triste recuerdo, o las llamadas reformas estructurales.