*El gobierno debe actuar para garantizar flujo comercial fronterizo
El Senado de la República atendió mi propuesta y aprobó hacer un llamado al Gobierno federal para que intervenga, a fin de que se reactive el flujo comercial en la frontera entre México y Estados Unidos, y con ello poner fin a los congestionamientos en los cruces fronterizos que afectan a los habitantes de ambos países, así como a los transportistas y empresarios.
En ese sentido se avaló exhortar a las secretarías de Economía y de Relaciones Exteriores para que realicen las acciones necesarias para proteger las exportaciones de nuestro país y evitar los congestionamientos en la frontera norte que afectan gravemente la actividad comercial y el cruce de mercancías.
Esta situación tiene como origen la permanente campaña antimigrante de Donald Trump, la cual se ha fortalecido con el incremento de caravanas de hasta 7 mil personas provenientes de Centroamérica.
Ante ello se reubicó a más de 700 agentes fronterizos de puertos de entrada, producto del aumento en la carga de trabajo en estos puntos.
Como consecuencia, se ha ralentizado el flujo en las garitas de Estados Unidos con esperas de hasta 8 horas para cruzar la frontera, lo que se traduce en retrasos en la entrega de mercancías en ambos países.
La entrega tardía de mercancías ha generado gastos adicionales por flete aéreo de 100 mil dólares diarios. Los retrasos en la entrega de materiales causan gastos extraordinarios de aproximadamente 2.1 millones de dólares diarios.
El presidente norteamericano ha insistido en cerrar totalmente la frontera si nuestro país no detiene el flujo masivo de migrantes, lo que sin duda traería consecuencias negativas al comercio exterior.
El cierre parcial o el cierre total significan una merma importante en los ingresos, tan sólo para Ciudad Juárez, de 3.5 a 4.5 billones de dólares en intercambio comercial.
En una frontera tan dinámica como la que compartimos con
Estados Unidos, ambos gobiernos deben trabajar de manera coordinada en la solución de los problemas comunes, porque de otra forma afectaremos la actividad económica, la vida cotidiana de sus habitantes, así como los lazos de amistada que nos unen.
La solución no es fácil, demanda un diálogo constructivo y la disposición de compromisos comunes para hacer frente a los desplazamientos masivos, atajar la violencia y la inseguridad, así como entender la problemática de seguridad nacional.