*La educación en México padece severa crisis por falta de planeación
La educación en México padece una severa crisis producto de la falta de planeación y rumbo claro y parte de la problemática es la carencia de continuidad en la Secretaría de la Educación Pública, que en cuatro años ha cambiado tres veces al titular.
En el presupuesto para esta materia en 2023 no hay nada extraordinario, no hay respuesta para los profesores de inglés, no se le responde a los asesores técnico-pedagógicos, no hay más plazas para el país ni para mi estado, Baja California Sur.
Donde se pone el recurso se tiene el interés y hoy se destina a Pemex, a la Refinería de Dos Bocas, al Tren Maya, pero no a educación, que debería ser ese pilar fundamental para sacar adelante a México.
Para que se den una idea, a pesar de la pérdida de aprendizajes equivalentes a dos años de escolaridad, el presupuesto de la SEP es dos por ciento menor en términos reales al monto aprobado en 2019.
En infraestructura, este gobierno en el Plan Nacional de Desarrollo se comprometió a dar mantenimiento a todas las escuelas del país, pero en cuatro años apenas llevan 36 por ciento y cada vez son menos, lo que quiere decir que en seis años posiblemente no se llegue ni a la mitad de la meta.
Tampoco se está haciendo lo necesario para revertir el rezago educativo y sin embargo le siguen dando recursos a lo que no funciona, como por ejemplo las universidades Benito Juárez.
Respecto al nuevo plan de estudios, sólo el 16 por ciento del personal docente dice que fue consultado; la mitad de los maestros no conoce la propuesta y la otra mitad no está de acuerdo con la misma, además de que especialistas consideran que es una propuesta con poca pedagogía y mucha ideología.
Nos preocupa que en el nuevo marco curricular y plan de estudios se demerita la importancia de las evaluaciones estandarizadas y sistemáticas, resulta más cómodo no conocer el estado en que se encuentra la educación de nuestros hijos, y pareciera que la idea de satanizar el tema de la evaluación es para que los mexicanos no se den cuenta de que se pudiera estar fracasando en la educación de sus hijos.
En lo referente a la deserción escolar, cuya cifra es de 5.2 millones de alumnos de escuelas públicas y privadas de todos los niveles que dejaron de matricularse en el ciclo escolar 2021 a causa del Covid, aún no se sabe con exactitud cuántos se han reincorporado nuevamente.
Otro tema que no se ha atendido, es la salud mental del alumnado después del aislamiento por la pandemia, lo que ha sido reiterado por organizaciones, colectivos y nosotros mismos, que advertimos la gravedad de la situación de quienes han quedado huérfanos o han pasado por procesos de violencia intrafamiliar o depresión.
De igual manera, la desaparición del programa de Escuelas de Tiempo Completo fue un retroceso y aunque los diputados federales lo acaban de rescatar, todavía no se sabe claramente qué escuelas van a ser beneficiadas y cómo se va a implementar de nuevo.
El presidente de la República ha anunciado que dio 650 mil plazas, y que en particular en Oaxaca otorgó 30 mil, porque “se han portado muy solidarios con el movimiento”, por lo cual cuestionamos a la titular de la SEP la razón por la que a Baja California Sur se le han negado las tres mil plazas que ha solicitado.
Mientras no se mejoren las condiciones laborales de los trabajadores de la educación, no vamos a mejorar el tema educativo, pues
México vive un panorama gris en esta materia, ocupamos uno de los primeros lugares en rezago educativo tras la pandemia y lamentablemente no hay rumbo ni hay un programa que nos lleve a pensar de manera optimista.