*AMLO debe impulsar política exterior activa
Los senadores panistas consideramos que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión debe exhortar al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, a privilegiar una política exterior activa, anteponiendo el respeto a los derechos humanos y la promoción de la democracia.
El nuevo Gobierno no debe alejarse de la diplomacia activa que ha rendido frutos a nuestro país, interviniendo positivamente en los asuntos globales.
Hoy tenemos una responsabilidad con quienes llamamos hermanos latinoamericanos; pero más allá de la cordial relación con los gobiernos, el compromiso es con sus sociedades. Nuestra política exterior debe asumir un papel más importante como garante de la protección y promoción de los derechos humanos y de la democracia en el mundo.
Recordemos que en los últimos dos años, el Senado de la República fue un actor importante en la defensa de México frente a los ataques de Donald Trump, el cual no escatimó esfuerzos y cabildeó en Estados Unidos a favor de los intereses de nuestro país, con el aval de la sociedad mexicana.
En las últimas décadas la diplomacia mexicana asumió las condiciones del entorno global, privilegiando el dialogo multilateral, comprometida con los derechos humanos, el medio ambiente, la democracia y el libre comercio.
En este tiempo, México ha ido adquiriendo compromisos globales, abandonando los viejos dogmas que pugnaban por una política exterior cerrada y nacionalista.
No debe olvidarse que México es parte de diversos tratados internacionales que buscan mantener la armonía y aplicación de principios universales en el contexto global.
Como Estado parte de la normatividad del Derecho Internacional, México está obligado a acatar todos los tratados en vigor y cumplirlos de buena fe; es decir, respetar el principio “pacta sunt servanda”, con fundamento en el artículo 26 de la Convención de Viena sobre el derecho de los Tratados de 1969.
A nivel regional, la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA), de la que México es signatario, fija como principios el afianzar la paz y la seguridad del continente; promover y consolidar la democracia representativa dentro del respeto al principio de no intervención; prevenir las posibles causas de dificultades, y asegurar la solución pacífica de controversias.
Para nuestro país es inaceptable que, ante un escenario de violación a los derechos humanos o de crisis regional o mundial, México permanezca indiferente y en silencio, pues es firmante de instrumentos jurídicos vinculantes que lo obligan a actuar.
En ese sentido, debemos destacar la postura firme de nuestro país ante la peor crisis económica, política y humanitaria que vive Venezuela, mediante la promoción de acciones colectivas ante organismos internacionales, como la conformación del Grupo de Lima, integrado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía, para lograr por la vía pacífica la restitución del orden democrático.
Asimismo, México ha impulsado una condena a los actos de violencia, de represión, violaciones de derechos humanos y abusos, así como los ataques contra el clero y contra los actos de violencia en Nicaragua, aprobada por el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos.