*Pese a la coyuntura adversa de la pandemia ha logrado mantener la estabilidad macroeconómica
La política económica es el instrumento más importante con la que cuenta el gobierno para materializar en hechos concretos los ideales y aspiraciones de un proyecto político.
Solo con el crecimiento económico, un desarrollo igualitario, la generación de empleos y condiciones de inversión, polos de desarrollo se logra generar condiciones de igualdad, de la eliminación de la pobreza y de la marginación.
En este sentido, este gobierno, pese a la coyuntura adversa de la pandemia ha logrado mantener una estabilidad macroeconómica y sortear los embates que ha dejado la crisis de la pandemia, la crisis económica y recientemente la inestabilidad económica ocasionada por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
Por ello, reconocemos la prudencia y la responsabilidad con la que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha manejado las finanzas públicas y la política fiscal, lo cual ha sido un pilar en el desarrollo de la política económica mexicana.
Esto ha permitido que el Producto Interno Bruto (PIB) haya registrado en los dos primeros trimestres una recuperación de la economía con un crecimiento de 1.1% en el primer trimestre y de 0.9 en el segundo, lo cual nos da un escenario favorable y expectativas positivas.
Vale la pena destacar que este resultado obedeció, en mayor medida, al fortalecimiento del mercado laboral, los mayores ingresos por remesas y los avances del sector turismo, lo cual abonó principalmente al dinamismo del sector servicios y el consumo privado.
Un dato que considero importante resaltar es que el sector servicios presentó una recuperación de 98.1% respecto a su nivel pre-pandemia, la cual estuvo asociada con los subsectores de comercio, transporte, así como a la recuperación de los servicios de esparcimiento y de alojamiento.
Destacamos también la solidez de las finanzas públicas como reflejo del incremento de la eficiencia recaudatoria y la orientación del gasto público hacia los rubros económicos que detonan el crecimiento y generan polos de crecimiento local y regional, particularmente en el sureste mexicano.