*Oportunidad de transitar a una democracia plena y efectiva
Es necesario resaltar la importancia de transitar a una democracia plena y efectiva, ante la inseguridad que inhibe la participación ciudadana y en donde se haga uso de todos los recursos tecnológicos disponibles, para garantizar que el voto de los mexicanos sea realmente libre, secreto y directo.
Tanto las leyes nacionales, como los tratados internacionales, reconocen el derecho a voto como un derecho humano; considero que, para garantizarlo de manera efectiva, se debe hacer uso de la tecnología que permita al ciudadano ejercer el sufragio de manera libre.
Por ello propongo consolidar que el voto electrónico sea una herramienta que incentive la participación ciudadana y prevenga la coerción del voto a favor de uno u otro candidato.
El uso del voto electrónico en las distintas democracias del mundo no es nuevo, pues hay buenas experiencias en naciones como Estonia, Bulgaria, Brasil, Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos y Filipinas.
En México, a pesar de que ya es posible para los paisanos en el exterior, también se han realizado diversos ejercicios mediante urnas electrónicas, como en las elecciones locales de Coahuila (2005, 2008 y 2009), en la Ciudad de México en 2009, en Puebla en 2019, entre otros.
Sin embargo, ante el inminente crecimiento de la violencia y su infiltración en procesos electorales, el voto electrónico es la solución; recordemos que, en las elecciones de 2021, en algunas entidades la coacción del voto estuvo a cargo del crimen organizado, lo que provocó la muerte de 91 candidatos o aspirantes a cargos de elección popular y 910 sufrieron agresiones, convirtiéndolo en el proceso electoral más violento de la historia.
Sin duda, la violencia y los crímenes inhiben el voto, atentando contra el ejercicio libre y secreto del derecho; por lo que el voto electrónico garantizaría la seguridad de los ciudadanos, la imparcialidad y equidad en las elecciones; además de los beneficios que trae consigo al medio ambiente, a las finanzas públicas y a una democracia eficiente, transparente y efectiva.
El reconocer el voto electrónico en la Constitución abre la posibilidad de que los ciudadanos puedan votar desde su domicilio, celular o computadora, así como tener los resultados de manera rápida, pero sobre todo, a diferencia de la boleta impresa, trae consigo más medidas de seguridad que evitan su alteración.
Mi propuesta de reforma al artículo 41 constitucional radica en establecer el uso del voto electrónico tanto en procesos electorales, como en consultas y procesos de revocación de mandato, cuyo sistema electrónico de votación deba garantizar su autenticidad, accesibilidad, secrecía, unicidad, imparcialidad y efectiva emisión, transmisión, recepción y cómputo del voto y establece las bases mínimas de dicho sistema.
Finalmente, propongo que el voto electrónico pueda ser implementado en las elecciones generales y locales de 2024 y que se asignen recursos para su planeación, diseño e implementación.