*Urgente, detener deforestación y reforeste de la Selva Lacandona
Los gobiernos federal, estatal y municipal se han olvidado de controlar la tala indiscriminada e ilegal de árboles en la Selva Lacandona, lo cual contribuye a su depredación.
Lo anterior se agrava por los incendios forestales en Chiapas, que incluyen a una veintena de municipios en estado de emergencia este 2019. A ello se suma la invasión a reservas naturales protegidas.
Por ello presenté punto de acuerdo en la sesión de la Comisión Permanente del pasado 22 de mayo, para que el Senado exhorte a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, a que, a través de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, realice una evaluación sobre el estado actual de la deforestación de la Selva Lacandona, e implemente un plan de reforestación en dicha zona.
La importancia de establecer mecanismos de conservación de áreas naturales deriva de la excesiva pérdida de éstas cada año. De acuerdo con cifras del Instituto de Geografía de la UNAM, anualmente se pierden 500 mil hectáreas de bosques y selvas en México.
En las últimas décadas se ha perdido 72.2 por ciento del terreno que ocupaba la Selva Lacandona (pasó de 1.8 millones de hectáreas a sólo 500 mil hectáreas actualmente).
Entre los años 2000 y 2012, cerca de 6 por ciento (142 mil hectáreas) de las pérdidas en cobertura arbórea ocurridas en México, pertenecían a la Selva Lacandona, lo que significó la desaparición de al menos 500 millones de árboles y 32 millones de toneladas de biomasa.
En las Áreas Naturales Protegidas de la Selva Lacandona, la mayor parte de la deforestación se origina en los bordes y crece hacia el interior por la creación de nuevas unidades de producción agropecuaria; y desde el interior, la deforestación aumenta por los asentamientos ilegales que expanden el área habitacional y de cultivo.
Las dos reservas con los valores más altos de pérdida de cobertura arbórea son la Reserva de la Biósfera Montes Azules (3.51 por ciento) y el Área de Protección de Flora y Fauna Cañón del Usumacinta (8.71 por ciento).
Las Áreas Naturales Protegidas de Metzabok, Chan-kin, Nahá, Yaxchilán y Lacantún, perdieron 1.89, 0.42, 1.54, 0.10 y 1.04 por ciento, respectivamente. Mientras que el área del Monumento Natural Bonampak mostró los primeros signos de pérdida de cobertura arbórea en 2012 (0.01 por ciento del Área Natural Protegida).
En cuanto a las localidades, éstas aumentaron entre los años 2000 y 2010, en 8.9 por ciento; es decir, de 958 pasaron a mil 043 localidades; y el número de habitantes incrementó en 24.4 por ciento (de 156 mil 990 a 195 mil 231 personas).
Se deben crear los mecanismos necesarios para abatir este problema, conocer la situación actual que guardan las áreas verdes del país, las medidas tendientes a disminuir y eliminar la deforestación.