*La democracia es el mejor sistema de gobierno de la humanidad
Desde los clásicos griegos, hasta el célebre primer ministro británico, Sir Winston Churchill, se ha dicho que la democracia no es un sistema perfecto, que con el tiempo tiende a desarrollar comportamientos contrarios a sus objetivos de representación, legitimidad, pluralidad y estabilidad.
Pero sin duda, sin duda alguna, es el mejor sistema de gobierno que la humanidad ha podido implementar, sin duda.
En este orden de ideas, la democracia ha sido la manera más justa, incluyente, esperanzadora, legítima, libertaria e igualadora para tomar decisiones, validar o desechar propuestas; y elegir o revocar a sus gobernantes.
Es importante notar que esta, la democracia, no funciona o funciona mal y pierde sus virtudes, cuando las personas no participan. Cuando las reglas del sistema electoral, no han sido adaptadas a la evolución de la cultura cívica y las prácticas ciudadanas de las sociedades.
Cuando los operadores de la normatividad exceden sus funciones, cuando la ley pierde legitimidad o autoridad ante la ciudadanía, o cuando se desconoce el funcionamiento del sistema y la manera de entenderlo y de protegerlo.
Por estos motivos, celebro que el Senado de la República, mediante alianzas institucionales con el Poder Judicial de la Federación, haya llevado a cabo este Diplomado en Derecho Procesal Electoral.
Es una materia sumamente técnica, dicho sea de paso, porque quien conoce la materia del derecho procesal electoral, tiene una capacitación especializada en la materia, sin duda alguna.
Este esfuerzo involucró a 16 expertas y expertos, la mayoría de ellos magistradas y magistrados, para fortalecer habilidades de servidoras y servidores públicos, a través de la capacitación y actualización, y así se contribuyó a la difusión de las particularidades procesales de nuestro sistema electoral y a la impartición de justicia en esta materia.
Tengo la convicción de que al conocer y difundir las normas y principios que rigen el derecho procesal electoral, de difundir la manera de emplear las bases normativas electorales y de dar a conocer los elementos para poder efectuar la tramitación, substanciación y resolución de los procedimientos de impugnación en las instituciones correspondientes, se fortalece, sin duda, el capital humano del Senado de la República, y, desde luego, se nutre a nuestra democracia.