*El PND no refiere nada del problema de la obesidad
Estamos convencidos de una buena regulación de etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas, el etiquetado que tenemos actualmente es poco claro e inclusive, induce a la desinformación; sin embargo, la propuesta de minuta que se aprobó no resuelve el problema, ya que para ello, pensamos que se requiere de una estrategia robusta de educación en materia alimentaria y nutricional.
Este etiquetado no es suficiente para combatir los problemas de sobrepeso y obesidad que se han consolidado en México como uno de los problemas más graves de salud pública y más costosos.
Necesitamos un etiquetado que ofrezca información clara y entendible, para que el consumidor tenga los elementos necesarios para tomar decisiones respecto a su consumo, un etiquetado útil y de fácil comprensión.
Es evidente que México atraviesa por un problema serio de salud, debido al aumento inusitado de sobrepeso y obesidad que afecta a zonas rurales, urbanas, a todas las edades y a personas de todas las regiones. Es evidente que estamos ante un reto de salud importante.
El actual Plan Nacional de Desarrollo solamente tiene un párrafo que se refiere al problema de sobrepeso y obesidad, y éste es respecto a una actividad física de Conade, es todo lo que se contempla en el plan, en un problema de salud tan grave que nos tiene a nivel mundial en primer lugar, en obesidad infantil y en segundo lugar en obesidad.
Por eso yo exhortaría a que se vuelva a contar con una Estrategia Nacional para la Prevención y Control del Sobrepeso, Obesidad y Diabetes, como una política pública nacional, para generar hábitos saludables de consumo alimentario y de realización de actividades físicas en la población.
Los legisladores tenemos alta responsabilidad en esta materia, y celebro que se ponga en la mesa el tema detener un etiquetado claro y funcional, se debe formular un nuevo etiquetado que esté sustentado en recomendaciones internacionales y nacionales de salud así como en evidencia científica, el etiquetado actual es difícil de leer.
Sin embargo, la propuesta de etiquetado de la minuta no da la información suficiente y clara, no comunica de manera adecuada la información nutrimental que nos ayude a tomar decisiones saludables entre los consumidores, por ejemplo un hipoglucémico o un diabético, al ver estas alertas y ver que es alto en azúcar, no te dice en cuántos gramos y te obligas a voltear a la tabla nutrimental en reverso, como lo hacemos actualmente, ya que el etiquetado frontal no te da esta información necesaria.
La última vez que cambiamos en etiquetado en México fue en el 2012 y esto tuvo un costo superior a 3 mil millones de dólares para la industria de alimentos y bebidas y aunque el 70 % de las personas sabe que hay un nuevo etiquetado, menos del 30 % lo sabe leer, es decir, no es claro ni suficiente, ahora el modelo propuesto se basa, como ya se dijo, en un modelo chileno, mismo que carece de evidencias científico y datos oficiales que nos den a conocer que en Chile ha funcionado y se han bajado estas tasas.
Por lo que también me preocupa que no se contemple en la misma una medición y una evaluación en el tiempo, la última fue hace 6, 7 años, pues entonces propongamos que en los próximos 6 años se pueda hacer una medición de si esto está funcionando y no, y si no, pues cambiar lo que no está funcionando, tratándose de un tema de salud y un tema de salud pública tan grave.