En su mañanera del viernes pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo declaraciones que están desatando sospechas que rayan en algunos supuestos graves…
Dijo textualmente lo siguiente: “Vamos a consolidar la Guardia Nacional y al mismo tiempo buscar en cuestiones estratégicas para proteger a la población…
“Imagínense lo de anoche (jueves). ¿Qué hace la policía municipal en Juárez si no interviene el Ejército para detener a los responsables de estos crímenes? Entonces, se necesita…
“Se presenta el motín en el reclusorio. Pues se puede decir: ‘Es un asunto del estado, no es asunto nuestro, no es del fuero federal, ¿para qué intervenimos?’…
“Bueno, ¿y cómo resuelven con los custodios un enfrentamiento de bandas al interior de un reclusorio cuando hay enfrentamientos con armas de fuego? Pues se requiere que intervenga el Ejército”…
Como se sabe, a partir de ese jueves, y hasta la noche del sábado, en diversas entidades del país se registraron hechos de terror en contra del pueblo provocados por los grupos llamados de la delincuencia organizada, imposibles de ser combatidos por las policías municipales y estatales…
Lo curioso, por no decir lo que se está murmurando en los desayunaderos políticos, es que esta declaración de don Andrés ocurre justo cuando se registran hechos violentos en el norte del país y cuando arrecia la discusión sobre la pretensión de que la Guardia Nacional dependa directamente de la Sedena, pero con misión de policía que proteja al pueblo…
¿Mera coincidencia?
Que quede para la reflexión…