El miércoles pasado se dio a conocer que la Organización de las Naciones Unidas, ONU, acordó echar a Venezuela de su Consejo de Derechos Humanos, porque el régimen del presidente de ese país, Nicolás Maduro, es acusado de abusos contra críticos…
Contrariamente, al mismo tiempo se anunció la integración de Chile y Costa Rica a dicho Consejo, al considerar que en ambos países están dadas las condiciones para trabajar en pro del bienestar de las naciones y sus pueblos…
Esto no tuviera la mayor importancia, de no ser porque desde hace algunas semanas llegó información al Senado mexicano del mal estar que prevalece en la ONU por los ataques les endereza el presidente Andrés Manuel López Obrador, al grado de llamar al organismo auténtico florero y lo acusa de no hacer nada frente a los conflictos que ocurren en el mundo, principalmente en la guerra Rusia-Ucrania…
Y según el supuesto contenido que estudian algunos senadores de la comisión de Relaciones Exteriores, en la ONU se prepara un documento para responder a la posición de México, porque lo ven como un peligro por el contagio que ya corre por países de América Latina, entre ellos Guatemala y Nicaragua, quienes se han negado a pagar la cuota anual de 400 millones de dólares que aportan las naciones integrantes…
Es, pues, un asunto en el que México comienza a jugar un papel importante, que puede ser histórico, aunque no se sabe si para bien o para mal…
Falta poco para saberlo…