Llegan señales a nuestros sabuesos informativos de un supuesto acuerdo entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y su secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard Casaubón, con miras a la sucesión presidencial del 2024…
Según esto, el canciller habría estado dedicado a mandar mensajes subliminales a don Andrés, claro, en el ámbito de la confidencia, para recordar a su ahora jefe que ya una vez declinó a su favor para evitar rupturas y con el compromiso de no romper los entonces acuerdos establecidos…
Por ello, ahora don Marcelo considera que es momento de que se cumpla aquella alianza política, porque, según las versiones que le habrían llegado en los últimos dos meses, López Obrador estaría ya convencido de que la actual jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, debe ser la “corcholata” favorecida para el 2024…
Pero lo que habría convencido a Ebrard Casaubón de iniciar la exigencia del cumplimiento de aquel acuerdo, fue una versión de que su jefe Andrés Manuel ya había sido convencido por su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, de que la 4-T no debería desaprovechar el momento para postular a una mujer a la Presidencia de la República con posiciones firmes de triunfo, con lo que además el sexenio de López Obrador pasaría a la historia con esa etiqueta…
Esto último verdaderamente tiene inquieto al secretario de Relaciones Exteriores, pues, además, en las mañaneras también se estaban sembrando señales para que las bases del morenismo entendieran que iniciaba la construcción del escenario para la postulación de doña Claudia y en ello deberían trabajar unidos…
Así las cosas, téngase por seguro que, si el presidente se empeña en llevar a una mujer al cargo solo para hacer historia, Marcelo estaría tentado a trabajar en contra, porque sabe que, de no ser hoy, perderá la última oportunidad que se le presenta en la vida, pero que además para ello contribuyó con Andrés Manuel López Obrador…
¿Será?...
Se cruzan apuestas, grillosos lectores…