*De Alí Babá al mesías
*AMLO va tras Peña Nieto
Diríase que el 1 de diciembre Alí Babá y sus ladrones entregó el gobierno de México al “mesías tropical”, que siente tener escriturado el país para que lo redima de la corrupción, impunidad y la inseguridad pública, que diario nos deja decenas de asesinados y desaparecidos.
Ahí empieza la diferencia entre el “hay que mover al país”, de Peña, y el “me canso ganso”, de Andrés.
¿40 ó cuántos fueron los incontables ladrones que acompañaron a Peña Nieto? Desde secretarios de Estado, como Rosario Robles y Ruiz Esparza, más la caterva de gobernadores rateros; a todos los defendió a capa y espada por ser sus cómplices.
¿Qué decir de sus secretarios predilectos, Videgaray, Osorio Chong y Nuño, a quienes más escuchaba y se gastaron carretadas de dinero en su autopromoción? Ninguno fue el escogido para sucederlo por los descarados gastos en sus gestiones, que habrían precipitado al PRI a una derrota electoral peor que la que lo puso “in artículo mortis” el 1 de julio.
Nuño Mayer gastó la friolera de 40 mil millones en autopublicitarse y publicitar la reforma educativa, que el “mesías” borró de un plumazo, con inconciencia igual al cierre del aeropuerto en Texcoco (NAIM), cuyas consecuencias económico-financieras y de desprestigio para el país no le importan, porque quiso demostrar que “nomás sus chicharrones truenan” y hace lo que le viene en gana.
¿Mera coincidencia cualquier parecido con Maduro o Daniel Ortega, de Venezuela y Nicaragua?
Evo Morales, el de Bolivia, dijo al inaugurarse que él no quería el poder, pero su pueblo se lo demandó; después de reelegirse dos veces, salió con que él no deseaba hacerlo, pero la gente lo obligó, y ahora ni quien lo baje de la presidencia de su país, y el 1 de diciembre fue saludado aquí por López Obrador como “mi amigo Evo”.
¿Será por aquello de “Dios los cría y ellos se juntan”?
Total, ellos no buscaban nada, sino sus pueblos los pidieron sacrificarse y convertirse en sus dictadores, y ni modo. López Obrador presume que tan lo querían de Presidente que tuvo la más alta votación que ningún mandatario mexicano haya obtenido, “ahiga sido como ahiga sido”.
Obrador y sus “morenos” insisten en que van por el cambio total, como si México fuera una tabla rasa en la que no se ha hecho nada positivo y ellos lo van a inventar. Se proclaman los redentores, pero ni ellos mismos se ponen de acuerdo, porque se contradicen y son tales los compromisos que cada quien trae en su maleta, que todos rezan para su santo.
Tanta es la sarta de puntadas y planes con que nos apabullan, contradictorios entre sí, que ni ellos mismos saben cómo van a cumplirlos y, mucho menos, con qué dinero.
Quien se precia de ser luchador social no hace caso a los organismos de la sociedad civil, porque son “fifís” y conservadores, y sólo quienes estás dispuestos a seguir su juego como liberales y progresistas, son dignos de tomarse en cuenta.
Aunque polarice más a los mexicanos; pues eso caza perfectamente con su designio de “divide y vencerás”.
Como digno émulo de Hugo Chávez, el tirano venezolano “desaparecido” en Cuba; Andrés dice “ya no me pertenezco, sino solo a mi país”. Y ahora es amigo de Maduro, peor reedición de Chávez.
- D.- Bien haría Peña Nieto en poner mar de por medio e irse a vivir a la Conchinchina, con la que no hay convenio de extradición, pues Amlo va tras él, sin importarle el compromiso que hicieron de que Enrique movería al PRI a votar por Andrés para que ganara la Presidencia, y éste no lo enjuiciaría; con lo que Ricardo Anaya tanto lo amenazó.
Si ya con la banda en el pecho, Obrador vapuleó a su cómplice, desde la tribuna más alta del país, ¿qué no hará ahora que la gente lo endiosa y más cuando la Corte Internacional de Justicia de La Haya admitió una demanda contra el mexiquense por “corrupción sistemática” y crímenes de lesa humanidad”?
¿Cree Ud. que el tabasqueño sea ajeno a esto?
@chavafloresll