*López Obrador debe rectificar

Dicen que “es de sabios cambiar de opinión”, y el próximo presidente tendrá que rectificar varias de sus ideas e iniciativas, porque es mortal y no infalible; pero hay varias en que es imprescindible, sobre todo en aquéllas que ven a la seguridad del país y de él mismo.

Al Cisen puede cambiarle nombre y mejorarlo, pero sería craso error desaparecerlo, según los expertos, como su fundador y primer director Jorge Carrillo Olea, quien apunta que lo mejor sería que dependiera de la Presidencia, y coincidió el cuarto director Jorge Enrique Tello Peón.

Su función principal ha sido la inteligencia y el análisis de la información estratégica, labores que antes realizaron la Dirección Federal de Seguridad (la fatídica DFS) y la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales (DGIPS) ambas dependieron de la Secretaría de Gobernación, hasta que en 1989 el presidente De la Madrid fundó el Cisen, con Manuel Bartlett como titular en Bucareli.

No será acertado cambiar el Cisen, que tiene personalidad muy preparado y especializado, por la Agencia Nacional de Investigaciones, dependiente de la rediviva Secretaría Federal de Seguridad Pública, y más con exclusivo tinte criminalógico, pues la labor de inteligencia e investigación estratégica es indispensable para la buena marcha del país.

El Peje debe reconsiderar también no eliminar al Estado Mayor Presidencial. De candidato podía decir demagógicamente que lo cuidaba el pueblo, pero no puede darse ese lujo como Presidente y Jefe de Estado.

En el foro de Ciudad Juárez se vio que lo cuidaba una “gacela”; pero por más diestra que sea no resultará tan eficiente para un momento derapuro como un elemento del EMP, preparado militar y profesionalmente para ello.

El EMP es el órgano técnico militar y la unidad administrativa de la Presidencia de la República para facilitar el complimiento de sus atribuciones.

Sus jefes y oficiales son egresados de los diferentes planteles educativos universitarios militares de las Secretarías de la Defensa Nacional y Marina, especialistas en materias como ingeniería, medicina, comunicaciones, política exterior y en materia militar.

Son elementos muy preparados, y puede encomendárseles la seguridad del Jefe de Estado Mexicano y de sus distinguidos visitantes.

El presidente Manuel Ávila Camacho transformó la Ayudantía de la Presidencia en el Estado Mayor Presidencial. Recuérdese que Ávila Camacho sufrió un atentado en Palacio Nacional el 10 de abril de 1944 por el teniente J. Antonio de la Lama Rojas, so pretexto de que no le permitían ir a la iglesia ni a la logia uniformado de militar.

Pero se cree que fue instrumento de la masonería, que consideraba que el presidente había defeccionado de ella.

El viaje a Ciudad Juárez demostró que Amlo no debe vender el TP-01 “José María Morelos y Pavón”, transporte seguro, que le servirá de oficina en sus viajes al interior y exterior; puede acompañarlo su comitiva, con la que podrá acordar en los trayectos, y evitará que las líneas aéreas se hagan publicidad a su costa, como la “chafa” que o condujo a la frontera norte.

Convertir la residencia oficial de Los Pinos en centro cultural es perder el lugar emblemático que el presidente Cárdenas construyó, porque el Palacio de Chapultepec era un lujo innecesario para un mandatario democrático, que quería estar a ras del pueblo.

Ojalá la declaratoria de Presidente Electo haga reflexionar a Andrés Manuel no puede guiarse por puntadas o fobias, como las que quizá le despierte el EMP, que en algún momento contuvo cuando era agente social y quiso acercarse al Presidente o ingresar a Los Pinos.

Muestra de tales resabios es parte de la condonación de la deuda de la Comisión Federal de Electricidad a sus paisanos tabasqueños, a quienes incitó desde hace años a no pagar la luz. Misión que con gusto cumplirá Manuel Bartlett, que será un baldón para su administración.

También debería rectificar en el nombramiento de Bartlett, que lo perseguirá todo el sexenio, pues se responsabiliza a Manuel de la caída del sistema en 1988, del asesinato del periodista Manuel Buendía y de la protección que otorgó al director de la Dirección Federal de Seguridad, José Antonio Zorrilla, a quien le detectaron fuertes nexos con los cárteles.

Trascendió que Cuauhtémoc Cárdenas hizo a su hijo Lazarito no aceptar la dirección general de Pemex, ante el nombramiento para la CFE de Bartlett, quien le birló la Presidencia de la República con el fraude electoral de 1988.

Tatiana Clouthier, su hermano Manuel y toda su familia le imputan que hizo lo mismo a su padre “el Maquío”, y que lo persiguió insanamente.

Le costará a Amlo más que haber nombrado a Napito Gómez Urrutia, Nestora Salgado, Jiménez Spriú (cuya oposición a la construcción del Nuevo Aeropuerto es por su conveniencia) y de otros “próceres”.

Como decía mi abuelita: “¿Pero qué necesidad?

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@chavafloresll

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