(Carta publicada hace 4 años, poco antes de las elecciones en que Donald Trump ganó la presidencia en el año del 2016. Por los acontecimientos golpistas y dramáticos que se están produciendo en Estado Unidos, promovidos por este personaje, la vuelvo a publicar, dado que contiene algunos elementos que expresan la personalidad riesgosa del magnate norteamericano que pronto dejará el cargo.)
Por Jaime Martínez Veloz
Creo, que usted trae un adeudo, no sé si es psiquiátrico o académico con la vida.
Desconozco cuantas materias haya cursado y cuales sean sus calificaciones, o cual sea el origen de sus frustraciones, pero de lo que no me queda duda, es que usted trae reprobada desde hace mucho tiempo una materia que es "la gris"
Nos ha convertido a los mexicanos, en su deporte favorito, para ganar la simpatía de un sector del electorado de su país, similar a usted, inculto, pendenciero, racista e ignorante.
Afortunadamente, la historia del pueblo norteamericano, en su mayoría es una historia de lucha, sacrificio y esfuerzo.
Para usted casi es lo mismo hablar que vomitar, y cuando parece que habla lo hace con faltas de ortografía y expresa su escasa información, que le permite amenazarnos, con que va a construir un muro en la frontera y además nos los va a cobrar. (Juar juar)
¿Y si no pagamos nos va a mandar al buró de crédito?
Me apena decirle, que el murito pedorro que piensa construir, si es que gana, se lo puede ir metiendo debajito donde termina la última vértebra lumbar de la región coccígea.
Deje de amenazarnos, con la "Mamá del Muerto", su país en la frontera depende en muchas cosas, de su vecindad con nosotros.
Cuando Bob Woodward de la cadena NBC le preguntó sobre qué medidas tomará para obligar a México como nación soberana a pagar los 8 mil millones de dólares que según sus cálculos constará construir los 3 mil 200 kilómetros de barda, usted le contesto:
"Créeme, cuando rejuvenezca a nuestros militares, México no querrá 'jugar' a la guerra con nosotros"
O sea que, si hay guerra, ¿va a mandar a sus jóvenes a matar o morir?
Si hay guerra, ¿usted estará en el sofá de su oficina, viendo cómo se matan los ejércitos en combate o se armará de huevos para estar al frente de las tropas de su ejército?
Cuando leo su justificación bandolera de la guerra, se me viene a la mente las palabras del General Smedley D. Butler, el marine más condecorado en la historia de EE. UU. cuando decía:
"En la Primera Guerra Mundial sólo un puñado cosechó los beneficios del conflicto.
Por lo menos 21.000 nuevos millonarios y multimillonarios fueron creados en EE. UU. durante la Guerra Mundial".
"¿Cuántos de esos millonarios de la guerra cargaron un rifle?
¿Cuántos de ellos cavaron una trinchera?
¿Cuántos de ellos supieron lo que significa pasar hambre en un hoyo infestado de ratas?
¿Cuántos de ellos pasaron noches de insomnio y terror, evitando las granadas y la metralla y las balas de las ametralladoras?
¿Cuántos de ellos esquivaron la bayoneta de un enemigo?
¿Cuántos de ellos fueron heridos o muertos en batalla?"
Por nosotros no se apure, somos pueblos que no jugamos a la guerra, hemos estado en guerra durante siglos, acosados por potencias imperiales, que ni nos atemorizan ni nos amedrentan, mucho menos a los que provenimos de regiones, donde nuestros ancestros, que, en tiempos de paz, fabricaban flechas.
Si tiene duda, de quiénes somos; ¡¡¡Cálele!!!